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La Catequesis: Eje para una Iglesia Sinodal

Por E. Marcial Riveros Tito, Miembro del Laboratorio Latinoamericano de Catequesis del CELAM y Socio de la Sociedad de Catequetas Latinoamericanos (SCALA)


El 9 de octubre del 2021 inició un itinerario de camino hacia el Sínodo de la Sinodalidad, comprendiendo una Fase diocesana (octubre 2021-agosto 2022), Fase continental (octubre 2022-marzo 2023) y la Fase de la Iglesia universal (4-29 octubre 2023 y octubre 2024) planteando la pregunta fundamental: “Una Iglesia Sinodal, que anuncia el Evangelio, “caminan juntos”. ¿Cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en la propia Iglesia particular? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro “caminar juntos”? (acompañado de diez temas); un camino que implica a todos los bautizados.

A ello se suma, que estamos viviendo una transformación, considerando que se ha expedientado una emergencia sanitaria a nivel mundial y con ello, el avance de las redes de comunicación, ahí el dilema, en un tiempo que se ha definido no tan sólo como una época de cambio (el pasar cronológicamente al año dos mil, “el famoso tercer milenio”: concepto cuantitativo del tiempo); sino más bien, como un cambio de época (destacando los profundos cambios culturales: concepto cualitativo del tiempo), donde se percibe día a día, que todo se está trasformando a una velocidad impresionante; nos damos cuenta que todo ha cambiado: la cultura, la sociedad, la economía, la política, etc.

Pese a que algunos cambios pueden pasar desapercibidos porque son intangibles, pero desde la fe en el Dios de la historia, una lectura del presente y del futuro se destacan, mediante un discernimiento, de revitalización de la Iglesia, “asumiendo la perspectiva eclesiológica del Vaticano II, el Papa Francisco describe la imagen de una Iglesia sinodal como “una pirámide invertida” que integra el Pueblo de Dios, el Colegio Episcopal y en él, con su específico ministerio de unidad, el Sucesor de Pedro. En ella, el vértice se encuentra debajo de la base” ; por tanto, se habla de la sinodalidad como “dimensión constitutiva” de la Iglesia o simplemente de “Iglesia Sinodal”.

La Catequesis en una Iglesia Sinodal

Si hablamos de una Iglesia Sinodal no podemos contentarnos con la forma, sino que necesitamos la sustancia, los instrumentos y las estructuras que favorezcan el diálogo y la interacción en el Pueblo de Dios, sobre todo entre los sacerdotes y los laicos. Ante esta situación actual de la realidad eclesial, un eje primordial para la Iglesia Sinodal es la Catequesis, que tiene una gran responsabilidad de promover, no solamente un nuevo modelo de cristiano, sino también un proyecto renovado de Iglesia Sinodal; por tanto, comenzamos hablar de “construir Iglesia sinodal” haciendo de la Catequesis un instrumento renovador.

Considerando que todo cristiano pasa por la Catequesis, desde el Papa Francisco -que recuerda a sus catequistas con mucho aprecio: una religiosa de nombre Dolores y dos señoras, ambas de nombre Alicia – ; igualmente, todos nos acordamos de aquella persona que ha colocado los cimientos de nuestra vida cristiana; es así, que la actividad catequética no tiende solo al crecimiento de la fe de las personas, su horizonte es más amplio, eclesial: la Catequesis construye la Iglesia, en cuanto lugar de educación y de “experiencia” de Iglesia; y en cuanto factor de renovación para la Iglesia; por ello, la catequesis es educación para el sentido de la Iglesia Sinodal “de este modo, la perspectiva de la sinodalidad puede entrecruzar la catequesis y la atención pastoral, ayudando a mantenerlas ancladas en la perspectiva de la misión” .

Es así que la Catequesis, eje para una Iglesia Sinodal, debe contribuir a construir una verdadera fraternidad de personas iguales en dignidad, de comunidad de fieles bautizados, todos corresponsables y participantes, aunque de manera distinta (por el ministerio asumido) como clave para caminar juntos. Efectivizando, la Catequesis afina el perfil del cristiano que necesitamos, que debe incluir a no dudar un maduro y equilibrado “sensus ecclesiae”, es decir, el sentido de pertenencia e identificación efectiva, afectiva y activa de ser Iglesia Sinodal, donde la Catequesis juega un rol importante para la “renovación de mentalidad, de actitudes, de prácticas y de estructuras, para ser cada vez más fiel a su vocación.

Una mentalidad eclesial plasmada por la conciencia sinodal” comenzando por la Catequesis con los futuros cristianos, con personas que se preparan a recibir los sacramentos y la Catequesis permanente, depositándoles la fe, con una constante conversión del corazón, de la mente y una formación del espíritu sinodal, acogiendo gozosamente y promoviendo la gracia en virtud de la cual todos los Bautizados son habilitados y llamados a ser discípulos misioneros, en este entendido la “tienda se ensancha” para “pasar de una catequesis entendida únicamente como preparación para recibir los sacramentos, al desarrollo de itinerarios de iniciación cristiana que formen discípulos misioneros de forma integral, identificados con los pensamientos, sentimientos, actitudes, decisiones y proyectos de Jesús” , dando paso a la relevancia, eje e importancia; a que la Catequesis sea promotora en crear espacios nuevos de vida cristiana y experiencias originales de sinodalidad, haciendo énfasis en una Catequesis como “laboratorio de diálogo” para construir una Iglesia Sinodal, buscando tanto el cambio interior de la persona como la transformación externa de las sociedades.

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