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El Card. Czerny anima a “rescatar, con Dios, a la humanidad herida por las injusticias” en la apertura del III Congreso de Doctrina Social de la Iglesia

Este 21 de abril inició en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), en Bogotá, el III Congreso latinoamericano y caribeño de Doctrina Social de la Iglesia bajo el lema: “Dimensión social de la sinodalidad: el clamor de los empobrecidos y de la Tierra”.

Dios viene a liberarnos

A primera hora, a las 7:00 a.m., el Card. Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI), presidió la celebración eucarística de apertura del Congreso con los casi . Dios viene a liberarnos, para que podamos con él rescatar a la humanidad herida por todas las injusticias”, dijo en su homilía, refiriéndose al pasaje del Éxodo referido al encuentro de Dios con Moisés en la zarza ardiente (cf. Ex 3, 7-11) que, de acuerdo con el Cardenal, es “uno de los pasajes más emblemáticos de todo el Antiguo Testamento”, “una página densa, plena de significado, imprescindible, porque en una breve narración nos abre una rendija al misterio de Dios, pero sobre todo al modo que Él elige para revelarse, a la libertad con la que elige dirigirse al hombre”, agregó.

“Es hermoso pensar que el Señor nos tiende la mano en nuestra vida diaria”, continuó el Prefecto del DSDHI, recordando su presencia en cada una de nuestras actividades cotidianas, porque “Dios se ofrece como una presencia que es inmediatamente familiar (…), con su decisión de salir de sí mismo al encuentro de la humanidad y hacerse prójimo”. De ello dan cuenta los ocho verbos que acentúa el pasaje del Éxodo: He visto, he escuchado el llanto, conozco el sufrimiento, he bajado, para liberar, para levantar, he visto las opresiones, te envío.

El Card. Michael Czerny presidió la Eucaristía inaugural del III Congreso de DSI.

Amor inextinguible y ardiente

Por eso, para el Card. Czerny, “Dios se revela como amor inextinguible y ardiente”, un amor que tiene una forma y un movimiento. Con relación a la ‘forma’ del amor de Dios, el purpurado aseguró que dicha forma es el cuidado, la atención: “Dios tiene compasión de su pueblo, de su dolor, del sufrimiento de la humanidad, de toda situación en la que la vida humana se ve oprimida y amenazada, impedida de alcanzar esa plenitud que quiere para cada uno de sus hijos. Él Ve, oye, conoce”.

Asimismo, manifestó que “el movimiento del amor de Dios es descendente: desde lo alto de los cielos, se inclina sobre el hombre, sobre el pequeño y despreciado, para levantar del polvo al débil (…). Él baja, libera, levanta”. “En este dinamismo todos estamos implicados. Él envía, nos manda. No somos espectadores pasivos, destinatarios inertes, sino protagonistas junto con Él de este movimiento”, subrayó el Card. Czerny.

“Dios se pone al lado de su pueblo”

Esta perspectiva de un Dios, que “es capaz de ponerse al lado de su pueblo, de caminar junto a él, de guiarlo hacia la plenitud”, resulta profundamente sugerente en el contexto de un congreso latinoamericano y caribeño sobre Doctrina Social de la Iglesia que ha incluido en su eucaristía inaugural el rostro, las voces y las realidades de los migrantes del continente –incluso con la participación de algunos de ellos–.

Eucaristía al inicio del III Congreso de Doctrina Social de la Iglesia.

En este sentido, el Evangelio de los discípulos de Emaús también subraya al Dios-con-nosotros, “nuestro compañero de camino”, enfatizó el Card. Czerny, recordando que “es el forastero que se acerca a nosotros en caminos interrumpidos por la desilusión y el desánimo, para escuchar nuestro dolor y luego hablarnos, de corazón a corazón, liberándonos de miedos y temores”.

Al aproximarse a nuestras vidas y explicarnos las Escrituras, como a los discípulos de Emaús, tenemos la certeza de que “toda la Escritura está atravesada por el mandato de escuchar” y que “es gracias a la escucha que entramos en la vida de Dios, más aún, permitimos que Dios entre en nuestra vida”. Por eso, no podemos olvidar que “la escucha es la raíz de la oración y de la vida en relación con el Señor”.

Todo camino comienza a partir de la escucha de la Palabra

“La escucha de la Palabra de Dios es generadora, porque todo nuevo camino comienza a partir de ella”, comentó el Card. Czerny, constatando que “siempre comenzamos todas nuestras actividades eclesiales escuchando a Dios, escuchándonos unos a otros” y que “la Eucaristía será así una acción de gracias en la que reconoceremos a Jesús en medio de nosotros, vivo, presente”.

Actualizando el mensaje de los discípulos de Emaús, en este tiempo de Pascua, el Card. Michael Czerny concluyó que “reconoceremos que el Jesús del que nos habla los Evangelios padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y resucitado al tercer día, no es un personaje del pasado, sino una persona presente aquí y ahora, es Dios con nosotros, siempre”. Así que todos estamos llamados a abrir “nuestros oídos a la voz del Maestro, para que se nos caigan las escamas de nuestros ojos y reconozcamos así, en el rostro del otro, a un hermano que Dios ha puesto a nuestro lado como compañero de viaje”.

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