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El mexicano Eloy Baeza, cantante y terapeuta, participa en Jesús entra a tu casa: “En la música tú compones la canción, pero Dios es quien acaricia el alma”

Cantante, músico, compositor, conferencista, creador de contenido y profesional de la salud, que con su música y testimonio busca colmar de esperanza y fe los corazones.

Así se describe Eloy Baeza, joven mexicano, quien tiene más de 15 años de experiencia en la coordinación de ministerios musicales, de los cuales cinco lleva como independiente.

Dirige ‘Deo pro music’, una casa productora especializada en música católica. Es coach y ha sido invitado de jurado en importantes concursos y festivales católicos en su país y el mundo como: Catholics Got Talent, Alabemos Fest y el Festival Internacional de Música Católica en Barranquilla (Colombia).

Eloy no pensó en hacer música de forma profesional, pero su vida tuvo un punto de giro cuando en 2019 es diagnosticado de Esclerosis Múltiple, que lo impulsó para lanzar su primer sencillo “Ven y reina”.

Eso no fue todo, en 2021 fue diagnosticado con cáncer. Eso no lo desahució, al contrario, lo motivó a superar esta enfermedad y es así como compone el álbum “Más que vencedor” y a la par editó un libro con su historia.

Está presente en el concierto navideño “Jesús entra a tu casa” este 23 de diciembre de 2023, a las 7:00 p.m. de Colombia.




Cantautor misericordiado

¿Cómo te describes a ti mismo?

“Me describiría como un soñador, como un “cantautor misericordiado” que a través de la música descubrió una voz para dialogar con Dios. Una voz que ahora busco compartir a través de mis canciones.

Busco que, a través de mi música y mi historia, otros encuentren consuelo, inspiración y esperanza, que conozcan a Jesús para que sean más felices, incluso en los momentos más oscuros”.

Del fútbol a la música

¿Cuál fue el punto de giro en tu vida que te llevó a la música?

“En mi juventud, mi vida giraba en torno al fútbol, hasta que una fractura me obligó a detenerme y replantear mi camino. Inmovilizado y con tiempo de sobra, encontré en la vieja guitarra de mi abuelo un nuevo mundo.

En mi recuperación, esos primeros acordes se convirtieron en mi refugio y durante esos días, mientras intentaba aprender a tocar la guitarra en el porche de mi casa, llamó la atención de unas señoras del coro parroquial, que me invitaron a ser parte.

Yo no quería ser parte de inicio, lo único que me gustaba era como se escuchaba el nombre, se hacían llamar “VTCH” que al decirme su significado entenderás porque no quería ser parte… quiere decir ‘Viejitas del tacón Chueco’ (Risas). No es chiste elaborado, es verdad, aún veo en ocasiones a las Benditas VTCH que me llevaron a estar en ese coro.

A pesar de mis reservas iniciales y el miedo a perder mi ‘popularidad futbolera’, un amigo me sugirió unirme al coro para aprender más. Pensé que sería algo temporal, pero pronto me di cuenta de que Dios tenía otros planes para mí.

Empecé en este camino, aunque mi acercamiento inicial al coro fue por amor a la música y no necesariamente por mi fe, se convirtió en el puente que me llevó a un encuentro más profundo. Luego empecé a componer para concursos de canto vocacional, y para mi sorpresa, mis composiciones sin saber de música eran elegidas como himnos de la arquidiócesis.

Algunos los subieron a internet y se comenzaron a difundir solitos en México y ahora veo que en parte de Latinoamérica. A pesar de esto, muchos de mis cantos permanecían sin producir, ocultos por el miedo, incertidumbre, falta de conocimiento y recursos.




Fue un diagnóstico de esclerosis múltiple el que sacudió mi mundo y me cuestionó sobre lo que había hecho con lo que Dios me dio en la música, y antes de que mi enfermedad me lo impidiera, decidí producir ‘’Ven y Reina’ y todo fue muy de Dios, su providencia se mostró increíblemente y puso cada pieza para que se diera.

Después del lanzamiento, las invitaciones para compartir mi música comenzaron a fluir y en ese camino los síntomas de la esclerosis desaparecieron. Los médicos no tienen explicación, pero yo creo en el poder de los milagros… No hay mucho tiempo para contarlo, pero mi vida está llena de ellos y cad2a uno contribuyó en lo que hoy estoy haciendo, en mis proyectos, estilo y mis letras.

Un álbum y un libro

Siendo tan joven pasaste por un duro capítulo de tu vida cuando te diagnosticaron cáncer, ¿qué rescatas de este momento?

“Afrontar el cáncer en el 2021, claro que es una prueba, aun estoy en remisión, pero también como la supuesta esclerosis, aprendí que el cáncer no es una sentencia de muerte, puede ser más bien un despertar a la vida.

Es otra historia con canciones y milagros, donde encontré otro llamado de Dios. He aprendido que los desafíos más difíciles son en realidad llamados a un propósito más grande.

Dios me hizo escribir sobre lo que vivía y las pruebas que han pasado mi familia, lo que terminó en un libro que en realidad es mi primer álbum. Un álbum y libro ilustrado que te lleva por un viaje donde Jesús es tu copiloto, es una ruta de esperanza y transformación para momentos difíciles.

Hay mucha creatividad y corazón en cada detalle; cada capítulo es una parada en tu ruta y cada parada concluye con una canción disponible con QR que está diseñada para fortalecer la enseñanza de cada capítulo. Herramientas, ejercicios, ilustraciones y todo lo necesario para mostrarnos el valor de cada momento y la importancia de vivir con un propósito y nuestra identidad de “Más que Vencedores” en Cristo.

Lanzamos oficialmente en Enero y no se hasta donde llegue esto, el resultado fue increíble, se que Dios tejió con su hilos de amor cada detalle, por lo que debo buscar ayuda para difundirlo”.
Regalo al niño Jesús

¿Qué tema presentarás para la tercera edición del concierto navideño? ¿Por qué?

“Elegí ‘El Niño del Tambor’, una canción que siempre ha resonado en mi. La historia de un niño sencillo, ofreciendo su talento más preciado al niño Jesús, me recuerda que todos tenemos algo único y valioso para ofrecer, sin importar cuán pequeño parezca.

Me encanta que se captura la esencia de la humildad y la sencillez en la adoración. Eso es lo que quiero mostrar en mi vida y mi música. El Niño del Tambor es una invitación a recordar que nuestro más humilde regalo, ofrecido con corazón puro, es tan valioso como el mayor de los tesoros.

Quiero que esta canción nos haga reflexionar sobre nuestros propios regalos que tenemos para El Niño Jesús y cómo podemos usarlos para iluminar la vida de los demás, especialmente en esta época de dar y recibir amor”.

Salud y música

Llama la atención que eres profesional de la salud, ¿a qué te dedicas: médico, terapeuta, enfermero? ¿Y cómo haces para combinar este rol con la música?

“Son roles que no están peleados, aunque si Dios me pide dejar mi trabajo para servir solo con mi música lo haría, hasta ahora van de la mano. Es más, mi carrera ha fortalecido mi ministerio y mi ministerio a mi carrera. Déjame te explico poquito.

Soy Licenciado en enfermería y obstetricia, con especialidad en cuidados intensivos, gestión y educación; todo me ha servido para la misión que llevo ahora. En el hospital tú haces la curación, pero Dios es quien sana la herida, y en la música tú compones la canción, pero Dios es quien acaricia el alma.

Dios actúa en nuestra vida si sirves en escenario con un micrófono, pero también si sirves en salas solitarias de un hospital, a veces es mejor ahí, donde nadie te ve. Por eso llevo más de 15 años buscando fusionar mi experiencia en la salud y la música para inspirar y ayudar a las personas a superar sus desafíos físicos y espirituales. Es muy bonito pensar que de alguna forma puedes ser instrumento para que Dios sane cuerpos y almas”.

Propuesta con sello personal

¿Desarrollaste el método CREA, cómo nace esta idea y cuál ha sido su alcance?

“Componer puede ser muy variable según el autor, por ello CREA, más que método es una propuesta conformada por un acrónimo: C de contexto, R de referentes , E de escribe, ejecuta, evalúa y A de Actua que se refiere al plan de lanzamiento de la canción.

Nació por la necesidad de los coros y ministerio de mi diócesis. Me invitan regularmente a ser juez en concursos de composición católica y a dar asesorías para mejorar las canciones. En esas asesorías descubrimos la necesidad de herramientas y una guía con los puntos básicos que puedan servir a expertos y a principiantes por lo que nacieron las formaciones en mi diócesis.

Su alcance me sorprendió, la voz se corrió y ya nos han invitado a festivales fuera de México como el FeMusica de Colombia y concursos internacionales como Catholic Got Talent, para dar formaciones a los participantes.

Incluso una universidad española se comunicó para ofrecerme una beca y sin tener carrera musical, me validaron por el camino musical que Dios va formando, para estudiar un máster en Gestión de la Industria Musical, con lo que he complementado para crear “Lanza tu música” con todas las herramientas para lanzar de forma efectiva e iniciar un ministerio estable, que es donde considero hay más necesidad en nuestra Iglesia”.

Tradición en innovación

Además de ser cantante, también estás en el rol de productor, ¿actualmente cómo describes la industria musical católica: sus desafíos, oportunidades, fortalezas y amenazas?

“La industria musical católica está en un momento fascinante. Sus desafíos incluyen la necesidad de innovar, de competir en calidad y mantenerse o más bien hacerse relevante en un mundo digital.

Sin embargo, actualmente hay enormes oportunidades para llegar a audiencias globales como nunca antes habían existido. Nuestra actual fortaleza radica en que hay un levantamiento increíble de músicos que están luchando por subir el nivel, por profesionalizarse y por generar música.

La amenaza es no terminar de unir esfuerzos a nivel iglesia, además del reto de adaptarnos a las nuevas formas en que las personas consumen música que nos exige una cantidad enorme de producciones en nuestro nicho.

Aunque por el momento no estoy tomando otros proyectos, co-produzco mis temas y mi objetivo a futuro es tender puentes entre la tradición y la innovación. Brindar las herramientas no solo creativas, para que cualquiera con canciones buenas, pueda producir a un nivel actualmente necesario en nuestra Iglesia”.

Unidad en la diversidad

En este momento el Papa llama a todos los bautizados a anunciar la buena nueva, ¿si te tocara componer una canción sobre la sinodalidad por donde empezarías?

“Comenzaría con la idea de unidad en la diversidad. La sinodalidad se trata de caminar juntos, escuchar todas las voces y encontrar un camino común. La canción tendría un mensaje de inclusión y comunión, enfatizando cómo pesar de nuestras diferencias, todos somos parte del cuerpo. Sería un himno que celebre la comunidad, la paz y la esperanza compartida en nuestro viaje de fe”.

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