ADN Celam

El Papa Francisco clama por la paz en el mundo durante la bendición Urbi et Orbi

El Papa Francisco ha compartido su mensaje de Pascua y bendición Urbi et Orbi desde la logia central de la Basílica de San Pedro para asegurar que “el Resucitado es el único que puede hacer rodar la piedra de la guerra y de las crisis humanitarias y abrir el camino de la vida”.

No ha dejado lugar a dudas, el camino de la humanidad debe ser la paz, por eso, el Santo Padre ha puesto su atención en los actuales conflictos bélicos del mundo: “Sólo Él nos abre las puertas de la vida, esas puertas que cerramos continuamente con las guerras que proliferan en el mundo. Hoy dirigimos nuestra mirada ante todo a la Ciudad Santa de Jerusalén, testigo del misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y a todas las comunidades cristianas de Tierra Santa”.

También ha pedido por “las víctimas de tantos conflictos que están en curso en el mundo, comenzando por los de Israel y Palestina, y en Ucrania. Que Cristo resucitado abra un camino de paz para las martirizadas poblaciones de esas regiones”.

Ha pedido un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania: “¡todos por todos!” y que “se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza, exhortando nuevamente a la rápida liberación de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre y a un inmediato alto el fuego en la Franja”.

“No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos”, acotó.




Conflictos del mundo

El Pontífice ha mencionado otros conflictos en el mundo: “No nos olvidemos de Siria, que lleva trece años sufriendo las consecuencias de una guerra larga y devastadora. Muchísimos muertos, personas desaparecidas, tanta pobreza y destrucción esperan respuestas por parte de todos, también de la Comunidad internacional”.

Asimismo ha pedido de modo especial por el Líbano, “afectado desde hace tiempo por un bloqueo institucional y por una profunda crisis económica y social, agravados ahora por las hostilidades en la frontera con Israel. Que el Resucitado consuele al amado pueblo libanés y sostenga a todo el país en su vocación a ser una tierra de encuentro, convivencia y pluralismo”.

Mencionó que en la Región de los Balcanes Occidentales “se están dando pasos significativos hacia la integración en el proyecto europeo”, por lo que “las diferencias étnicas, culturales y confesionales no sean causa de división, sino fuente de riqueza para toda Europa y para el mundo entero”.

Mientras que animó a que las conversaciones entre Armenia y Azerbaiyán continúen con el apoyo de la Comunidad internacional para “ayudar a las personas desplazadas, respetar los lugares de culto de las diversas confesiones religiosas y llegar cuanto antes a un acuerdo de paz definitivo”.

No olvidó al pueblo haitiano postrado por el flagelo de la violencia. Myanmar, en Asia, “país golpeado desde hace años por conflictos internos, para que se abandone definitivamente toda lógica de violencia”. Por supuesto, África está envuelta en una escalada de conflictos internos, crisis humanitarias, alimentarias y climáticas.

“No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en los ojos de los niños: ¡han olvidaron de sonreír esos niños en aquellas tierras de guerra!”, apuntó.

Esperanza de la vida

La resurrección es un momento para “celebrar la vida” y recordar “el amor infinito de Dios por cada uno de nosotros, un amor que supera todo límite y toda debilidad”, sin embargo, “con cuánta frecuencia se desprecia el don precioso de la vida”.

Por lo que frente a este panorama aboga para que “Cristo resucitado abra un camino de esperanza a las personas que en otras partes del mundo sufren a causa de la violencia, los conflictos y la inseguridad alimentaria, como también por los efectos del cambio climático”.

“Que el Señor dé consuelo a las víctimas de cualquier forma de terrorismo. Recemos por los que han perdido la vida e imploremos el arrepentimiento y la conversión de los autores de estos crímenes”, ha dicho.

Ha pedido a quienes tienen responsabilidades políticas para que “no escatimen esfuerzos en combatir el flagelo de la trata de seres humanos, trabajando incansablemente para desmantelar sus redes de explotación y conducir a la libertad a quienes son sus víctimas”.

“Que el Señor consuele a sus familias, sobre todo a las que esperan ansiosamente noticias de sus seres queridos, asegurándoles consuelo y esperanza”, finalizó.

Post a comment