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Pbro. Omar Osiris López García / Arquidiócesis de México

A partir de que el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización recibió del Papa Benedicto XVI, con la Carta Apostólica Fides per doctrinam, la competencia sobre la Catequesis, fue una prioridad para dicho Dicasterio tener contacto directo con los Catequistas, Directores Nacionales de Catequesis y Catequetas. La convocación del Papa Benedicto XVI a celebrar el Año de la Fe con motivo del quincuagésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II dio la oportunidad a ello.

S.E.R. Mons. Rino Fisichella, actual Pro-Prefecto de la Sección para las cuestiones fundamentales de la Evangelización en el Mundo del Dicasterio para la Evangelización, invitó a celebrar el I Congreso Internacional de Catequesis bajo el título “El Catequista testigo de la Fe” del 26 al 28 de septiembre de 2013 en la Ciudad-Estado del Vaticano abordando la primera parte del Catecismo de la Iglesia Católica: la fe que profesamos.

Las Ponencias a cargo de teólogos, biblistas y catequetas fueron sumamente ricas en contenidos como podemos apreciar: La Catequesis en el contexto de la Nueva Evangelización; Los discípulos de Emaús; Dios busca al hombre y se revela; La Iglesia primer sujeto de la fe; Memoria de la fe: el dinamismo del acto de Fe (memoria, evento profecía); Traditio et Redditio Symboli:

nuestro sí a dios; la credibilidad de la fe: la relación entre fe y razón en la transmisión de la fe; por una pedagogía del acto de fe; en el río de la Traditio Verbi: la armonía entre escritura, tradición y magisterio; acogida del catecismo de la iglesia católica en la catequesis: experiencias y criterios para un plena recepción; la diaconía de la verdad como expresión de la comunidad eclesial; y la profunda catequesis del papa francisco, quien había sido electo el 13 de marzo de 2013.

De la Catequesis del Papa (27 de septiembre de 2013, Aula Paulo VI, Vaticano) quisiera resaltar las siguientes expresiones: «La catequesis es un pilar maestro para la educación de la fe, y hacen falta buenos catequistas». «Ayudar a niños, muchachos, jóvenes y adultos a conocer y amar cada vez más al Señor, es una de las más bellas aventuras educativas». «“Ser” catequistas. No trabajar como catequistas: eso no vale. Uno trabaja como catequista porque le gusta la enseñanza… Pero si tú no eres catequista, ¡no vale! No serás fecundo, no serás fecunda. Catequista es una vocación». «Ser catequista significa dar testimonio de la fe; ser coherente en la propia vida. Y esto no es fácil». «“Ser” catequistas requiere amor, amor cada vez más intenso a Cristo, amor a su pueblo santo. Y este amor no se compra en las tiendas, no se compra tampoco aquí en Roma.

¡Este amor viene de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! Y si viene de Cristo, sale de Cristo y nosotros tenemos que caminar desde Cristo, desde este amor que Él nos da». «Les doy las gracias por lo que hacen, pero sobre todo porque están en la Iglesia, en el Pueblo de Dios en camino, porque caminan con el Pueblo de Dios. Permanezcamos con Cristo». Estas expresiones nos permiten constatar que “ser” catequista es una vocación para el servicio de la Iglesia, dando testimonio de la fe a niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos no sólo con las palabras sino ante todo con la propia vida y para ello es necesario estar profundamente unidos a Cristo.

El II Congreso Internacional de Catequesis tuvo lugar del 20 al 23 de septiembre de 2018 también en la Ciudad-Estado del Vaticano y llevó por título “El Catequista, Testigo del Misterio”. En dicho Congreso se abordó la segunda parte del Catecismo de la Iglesia Católica: la fe que celebramos. Las Conferencias nos fueron introduciendo en la relación entre Catequesis y Liturgia: Lex credenti, lex orandi; el misterio ilumina la existencia cristiana; iniciación cristiana y catequesis kerygmática; la mistagogía- introducción experiencial y sapiencial en el misterio de cristo; lenguaje narrativo y simbólico; revivir la historia de la salvación: año litúrgico y catequesis; el domingo: fundamento y núcleo de todo el año litúrgico; anuncio de la vida eterna: vivir la esperanza; catecumenado, un reto para la evangelización; piedad popular, una forma de evangelización; y el video-mensaje del Papa Francisco.

En aquella ocasión no pudo estar personalmente en el Congreso pues se encontraba realizando un viaje apostólico por los Países Bálticos. A pesar de ello no quiso dejar la ocasión para dirigir unas palabras a los Catequistas asistentes (22 de septiembre de 2018), de las cuales enfatizo las siguientes: «Gracias por el entusiasmo con el que vivís el ser catequistas en la Iglesia y para la Iglesia». «Que vuestra llamada a ser catequistas asuma cada vez más una forma de servicio que se lleve a cabo en la comunidad cristiana y que deba ser reconocido como un ministerio de la Iglesia, verdadero y genuino, que necesitamos mucho». «Pienso en el catequista como aquel que se ha puesto al servicio de la Palabra de Dios, que frecuenta esta Palabra diariamente para hacer de ella su alimento y participarla con los demás con eficacia y credibilidad.

El catequista sabe que esta Palabra está “viva” (Hb 4,12) porque constituye la regla de la fe de la Iglesia». «El catequista no puede olvidar, especialmente hoy en un contexto de indiferencia religiosa, que su palabra es siempre un primer anuncio […] que llega a tocar el corazón y la mente de muchas personas que están a la espera de encontrar a Cristo. Incluso sin saberlo, pero lo están esperando». «¡El primer anuncio equivale a subrayar que Jesucristo muerto y resucitado por el amor del Padre, da su perdón a todos sin distinción de personas, si tan solo abren sus corazones para dejarse convertir!». «La catequesis es la comunicación de una experiencia y el testimonio de una fe que enciende los corazones, porque introduce el deseo de encontrar a Cristo».

«Una catequesis que pretende ser fecunda y en armonía con toda la vida cristiana encuentra su savia en la liturgia y en los sacramentos. La iniciación cristiana requiere que en nuestras comunidades se active cada vez más un camino catequético que nos ayude a experimentar el encuentro con el Señor, el crecimiento en su conocimiento y el amor por su seguimiento». «En la vida sacramental, que encuentra su culminación en la Santa Eucaristía, Cristo se hace contemporáneo con su Iglesia». «¡Qué beneficioso sería para la Iglesia que nuestras catequesis se basaran en captar y vivir la presencia de Cristo que actúa y obra nuestra salvación, permitiendo que experimentemos incluso ahora la belleza de la vida de comunión con el misterio de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!». En este video-mensaje como pudimos constatar el Santo Padre expresó el deseo de que el servicio de los Catequistas fuera reconocido como un ministerio instituido en la Iglesia, el cual hizo realidad el 10 de mayo de 2021 con la Carta Apostólica Antiquum ministerium.

A unos días de iniciar el III Congreso Internacional de Catequesis animamos a los miles de catequistas de nuestro Continente a unirse espiritualmente para que quienes participen presencialmente sean portadores de la vida nueva en Cristo. En nuestro próximo blog les daremos más detalles del mismo.

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