La serie de conversatorios “Estoy en la cárcel, ¿has venido a verme?”, organizados por la Dirección de Pastoral Justicia y Libertad de la Conferencia Episcopal de Colombia y el Consejo Episcopal Latinoamericano para toda América Latina y el Caribe (Celam), tuvo su primera sesión este 07 de septiembre.
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El ponente del primer día fue Luis Eduardo Correa, licenciado en música y agente de Pastoral penitenciaria de la arquidiócesis de Medellín, quien ha usado la música como elemento para la reinserción y evangelización de privados de libertad.
Este laico colombiano ha abordado su experiencia pastoral de trabajo en las cárceles con la charla “la incidencia de un agente de pastoral en la vida de un privado de libertad».
Realidad carcelaria
“Cuando hablamos de los presos en Colombia estos presos son despojados inicialmente de sus campos, de sus tierras, luego de sus barrios, son despojados de los suyos, de sus familiares y por último de sus sueños”, apuntó.
Además “llegan por homicidios, hurto, delitos sexuales, concierto para delinquir, secuestro, lesiones personales, extorsión, injuria y calumnia, abuso de confianza, falsificación de documentos y muchos más delitos”.
“La otra imagen es, que en los presos también hay talento, ganas de salir adelante, increíblemente nos vamos a encontrar una gran dosis de ternura, mucha fe, resiliencia y contracción, hay un gran arrepentimiento y mucha alegría”, explica.
Por ello “cuando los agentes de pastoral llegamos al establecimiento penitenciario nos encontramos con ‘la balanza’ frente a emociones y actitudes muy positivas y otras negativas y es normal, pues estamos encontrando a internos con muchos miedos de todo tipo; miedo de enfrentarse a lo que viene”, en la que deben tener herramientas para saber mediar.
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