Compartir la experiencia del camino sinodal hecho en América Latina y el Caribe es el objetivo de la visita de Monseñor Miguel Cabrejos a la ciudad de Accra, capital de Ghana. Una nación ubicada en la costa occidental de África que del 25 de julio al 1 de agosto es sede de la asamblea plenaria del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (Secam).
«Estoy aquí con el deseo de aprender de ustedes y con ustedes,» fue la expresión de Monseñor Miguel Cabrejos al iniciar la intervención que profundizó en la experiencia sinodal de América Latina y el Caribe, así como en el reconocimiento de los aportes hechos por el continente africano al camino que viene haciendo la Iglesia Universal, acogiendo el llamado del Papa Francisco.
Compartir y aprender
El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, comentó que viajó desde muy lejos con ilusión arribando a Ghana agradecido por la oportunidad que representa el compartir la experiencia sinodal de una Iglesia continental. Se trata de responder con su presencia, al llamado que les permite a las Iglesias de América Latina y África, sentirse hermanadas de sur a sur; tanto en la ubicación geográfica como en la experiencia eclesial.
Un espacio que desde su punto de vista, se abre a través del diálogo con la certeza de que el camino sinodal que hoy ilumina a la Iglesia es una experiencia en proceso que debe fortalecerse en la verdadera cercanía; la de los corazones que comparten la misión de anunciar al Señor y colaborar con la construcción de su Reino.
Sin desconocer que en América Latina y el Caribe este camino se viene haciendo entre luces y sombras; Mons. Cabrejos aseguró que una de las ventajas con las que ha contado es el acompañamiento constante del Papa Francisco que de manera cercana ha impulsado que se viva con la esperanza de avanzar cada vez más en ese deseo de ser una sola Iglesia, pueblo de Dios.
La experiencia africana
Igualmente resaltó el empeño de la Iglesia africana que expresa la importancia de consolidarse como cuerpo continental al servicio de la Iglesia universal. Un camino largo y profundo que está fundamentado en las apuestas de la Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos y la bella interpretación que aparece plasmada en la exhortación apostólica postsinodal “Ecclesia en África” de San Juan Pablo II, promulgada en los años noventa junto a los frutos de la II Asamblea Especial para África que en 2009 estuvo acompañada por el ahora Papa Emérito Benedicto XVI.
Para Monseñor Cabrejos los frutos de este camino está vivos y presentes en la Iglesia de diversos lugares del mundo, asumiendo la tradición sinodal de este continente. Así el prelado confirmó su deseo de mostrarse como pastor, un hermano más en la fe, más allá de ser el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño. «Estoy aquí para recibir la riqueza de su experiencia, compartir lo que desde nuestra región tenemos para ofrecer, y sobre todo para animarnos mutuamente a caminar juntos en la fase Continental del Sínodo de la Sinodalidad, que se está preparando ahora mismo y nos mueve a compartir desde nuestras realidades particulares para el bien de toda la Iglesia«.
Realidad latinoamericana
Refiriéndose al proceso de conversión sinodal del Celam, los aprendizajes, desafíos y esperanzas, Monseñor Cabrejos habló del proceso de renovación y reestructuración emprendido por mandato de la Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano reunido en Tegucigalpa-Honduras en 2019. Momento clave que ofreció las orientaciones necesarias para iniciar un profundo y serio proceso de renovación y reestructuración pastoral e institucional.
A partir de ello -relata el arzobispo-, fue necesario hacer un alto en el camino para analizar y discernir sobre la misión pastoral del Celam. Posteriormente se reestructuró para responder mejor a la realidad y ser competentes ante ella; ideando otra estructura pastoral más adecuada a los desafíos de la realidad.
Así explicó que la propuesta pastoral del Celam propone la creación de los Centros pastorales, donde lo fundamental es la articulación y el servicio interactivo. Un sistema que se fragua y desarrolla en cada uno y entre ellos mismos. Centros que “no son entidades independientes y aisladas, sino instancias de servicio, cuya intrínseca complementariedad se define y comprende desde el trasfondo metodológico del Ver, Juzgar o iluminar y Actuar, que da sello a cada uno de los Centros, a la vez que los integra en un proceso”
Esta propuesta pastoral tiene su asidero en las dos líneas prioritarias o ejes de acción propuestos por el Celam : la primera, denominada “Iglesia sinodal y en Salida”, con énfasis en el sueño eclesial que el Papa Francisco ha expresado en Querida Amazonía y la segunda “Desarrollo humano Integral y Ecología Integral”. Con esta propuesta se planeó y ejecutó la Asamblea Eclesial en noviembre de 2021, una experiencia sinodal que partió de la escucha de las comunidades y dejó una serie de desafíos que a la vez pueden entenderse como clamores de las comunidades para que la Iglesia responda con mayor eficacia a sus necesidades y ausencias pastorales.
A partir de esta experiencia la acción pastoral del Celam está orientada a una serie de horizontes específicos en donde se puede destacar el paso de una pastoral de conservación a una pastoral sinodal de itinerarios misioneros que anima una iglesia sinodal en salida para el seguimiento de Jesucristo. A lo que se agrega el desarrollo de procesos pastorales y sinodales alrededor de redes territoriales que contribuyen a la conversión integral y acompañan las acciones de las Conferencias Episcopales en la región.
Igualmente Monseñor Cabrejos señaló como una de las prioridades el promover el Magisterio Pontificio y el del episcopado latinoamericano y caribeño tanto en lo pastoral y lo social, lo que ha implicado la elaboración de metodologías pastorales que fortalezcan y acompañen a las instituciones de la Iglesia que trabajan por los más vulnerables desde la perspectiva de la opción preferencial por los pobres.
Desafíos por superar
Sin dejar de lado los retos por cumplir Monseñor Cabrejos explicó que en cuanto al proceso de la Asamblea Eclesial el análisis de las oportunidades para mejorar ha sido necesario y una de ellas está en aumentar la participación de quienes se consideran como «improbables» pues su presencia es imprescindible para lograr los objetivos de la experiencia y que además es una de las propuestas de las Conferencias Episcopales en la fase Continental del Sínodo en curso.
Por otra parte habló del análisis de las cifras de participación en la Asamblea Eclesial que en la fase de escucha reflejó más de un 67% de presencia de mujeres de diversas instancias eclesiales, y en la fase de Asamblea Plenaria, las mujeres fueron solamente el 36% de la representación. «Aquí también tenemos una lección que se nos pide tener muy presente para la fase Continental del Sínodo que estaremos viviendo juntos como SECAM, CELAM y todas las estructuras continentales,» afirmó.
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La esperanza
Ante la ruta emprendida también existen esperanzas que para el presidente del Celam animan el recorrido y fortalecen la opción por la experiencia sinodal se ve reflejada en la composición amplia, de quienes asistieron en este caso a la Asamblea Eclesial y que son una representación genuina del Pueblo de Dios con la asistencia de un 20% obispos; 20% sacerdotes y diáconos; 20% religiosas y religiosos; 40% laicas y laicos.
La trasparencia del proceso -agrega Mons. Cabrejos- motivó la presentación de los resultados de la Síntesis Narrativa de la Escucha para que todo el Pueblo de Dios pudiera conocer lo que se trabajó con sus voces y contribuciones.
Respecto al método de participación el también arzobispo de Trujillo compartió un método de participación y discernimiento comunitario o lo que se conoce como «conversación espiritual» que marcó profundamente la experiencia en los grupos de la Asamblea, con una evaluación muy positiva. «La espiritualidad fue un elemento esencial a lo largo de toda la experiencia, la cual centró nuestra vivencia en común hacia la búsqueda de la voluntad de Dios, a poner la palabra de Cristo y su seguimiento en el centro,» Agregó
Finalmente cerró su intervención hablando sobre el itinerario del Celam hacia el Sínodo sobre Sinodalidad y su fase Continental. Al respecto indicó que se está convocando a encuentros regionales con los equipos animadores del Sínodo de las Conferencias Episcopales. La finalidad es integrar estos encuentros a la práctica sinodal del organismo, mientras que en la fase continental trabajará primero por regiones y con una actividad continental que se estaría realizando en marzo de 2023.
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