Bajo un contexto, donde el Papa Francisco convoco en 2021 un proceso de escucha del Pueblo de Dios, con el tema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, iniciando con una Etapa local/nacional, Etapa Continental y una Etapa Universal concretizando en una primera sesión realizado en octubre 2023 recogiendo como fruto un “Informe de síntesis” en tres partes, con 20 temas; registrando convergencias, indicando cuestiones a tratar y formulando propuestas.
Ahora, la pregunta es ¿Cómo continuamos el proceso? Para ello, la Secretaría General del Sínodo emitió Directrices para los trabajos de la Asamblea de 2024, ofreciendo tres directrices/ejes para continuar el camino: 1) Una pregunta orientadora para profundizar; 2) Mantener vivo el dinamismo sinodal; y 3) Los sujetos responsables y sus tareas; además de una Posible hoja de trabajo para que las Diócesis y después las Conferencias Episcopales tengan la tarea de elaborar un resumen de una extensión máxima de 8 páginas, que se enviará a la Secretaría General del Sínodo antes del 15 de mayo de 2024.
¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?
Es la pregunta orientadora, y una primera pauta de trabajo, para identificar los caminos a seguir y los instrumentos a adoptar en los diferentes contextos – circunstancias, esta pregunta orientadora es guiada bajo niveles de profundización:
A nivel de cada Iglesia local
Se invita a cada Iglesia local a realizar una ulterior consulta, determinando las modalidades concretas en base a lo que parezca posible en el tiempo disponible, expresando una variedad de experiencias, competencias, carismas, ministerios dentro del Pueblo de Dios y cuyo punto de vista sea de especial ayuda para enfocar el «cómo» crecer como Iglesia sinodal, guiado bajo estas preguntas:
¿Cómo potenciar la corresponsabilidad diferenciada en la misión de todos los miembros del Pueblo de Dios? ¿Qué modos de relación, estructuras, procesos de discernimiento y decisión respecto a la misión permiten reconocerla, configurarla, promoverla? ¿Qué ministerios y órganos de participación pueden renovarse o introducirse para expresar mejor esta corresponsabilidad? (Dentro del Informe de Síntesis, se puede hacer referencia más concretamente a los capítulos 8-12, 16 y 18)
¿Cómo pueden articularse creativamente estas relaciones para encontrar «un equilibrio dinámico entre la dimensión de la Iglesia en su conjunto y sus raíces locales?» (Informe de síntesis cap. 5, lett. g)? (Aquí cabe remitirse sobre todo a los capítulos 13, 19 y 20 del Informe de síntesis).
Algunas indicaciones para organizar el trabajo
El primer paso consistirá en elegir la perspectiva con la que abordar la pregunta orientadora, desarrollando los contenidos del Informe de síntesis sobre la misma. Siendo realistas, no será posible examinar todas las implicaciones. Por lo tanto, se invita a cada Iglesia local a centrarse en aquellos aspectos en los que crea que puede aportar una contribución a partir de sus propias peculiaridades y experiencia, compartiendo buenas prácticas que representen brotes de sinodalidad concreta. (A partir de lo decidido, cada Diócesis transmitirá los frutos de esta posterior consulta a la Conferencia Episcopal)
No se trata de volver a empezar de cero ni de repetir el proceso de escucha y consulta que caracterizó la primera etapa. En esta etapa, además de los órganos de participación a nivel diocesano y del equipo sinodal ya constituido, será importante implicar a personas y grupos que expresen una variedad de experiencias, competencias, carismas, ministerios dentro del Pueblo de Dios y cuyo punto de vista sea particularmente útil para centrarse en el «cómo»: por ejemplo, ministros ordenados (en particular, párrocos); otros líderes pastorales (por ejemplo, catequistas y líderes de comunidades de base y pequeñas comunidades cristianas, particularmente en algunas regiones; líderes de oficinas pastorales); hombres y mujeres consagrados; líderes de Asociaciones Laicales, Movimientos eclesiales y nuevas Comunidades; personas que ocupan puestos de responsabilidad en instituciones y organizaciones relacionadas con la Iglesia (escuelas, universidades, hospitales, centros de acogida, centros culturales, etc.); teólogos y canonistas ); teólogos y canonistas, etc.
Conferencias Episcopales
Son el punto de referencia para esta parte del proceso y están invitadas a coordinar la recogida de las aportaciones de las Diócesis, estableciendo los métodos, el calendario y después de recoger las aportaciones de las Diócesis, las Conferencias Episcopales tienen la tarea de elaborar un resumen de una extensión máxima de 8 páginas, que se enviará a la Secretaría General del Sínodo antes del 15 de mayo de 2024. Sobre la base del material recogido, base para redactar el Instrumentum laboris de la Segunda Sesión.
Mantener vivo el dinamismo sinodal
Reavivar la dinámica sinodal que ha implicado a todo el Pueblo de Dios durante los dos últimos años, sobre esta base, podrán promover las iniciativas más adecuadas para implicar a todo el Pueblo de Dios utilizando los métodos ya experimentados con éxito durante la primera fase, en particular la Conversación en el Espíritu. Cada Iglesia local que lo desee podrá remitir a la Conferencia Episcopal a la que pertenezca un breve testimonio del trabajo realizado y de las experiencias vividas (máximo dos páginas), compartiendo una buena práctica que considere significativa para hacer crecer un dinamismo sinodal misionero.
Los sujetos responsables y sus tareas
Los sujetos principales del camino, además de una Posible hoja de trabajo, entre las dos Sesiones de la Asamblea son todas y cada una de las Iglesias locales. En esta fase, cada Obispo Diocesano desempeña un papel insustituible de impulso: le corresponde abrir y acompañar esta consulta ulterior en su propia Diócesis, y luego validar sus resultados.
Para liderar y animar este proceso, se sugiere potenciar la contribución de los miembros de la Asamblea Sinodal de cada territorio, así como de los equipos sinodales constituidos en la fase anterior en los distintos niveles.
Esta ficha se ofrece como ayuda para: 1) recibir los frutos de la asamblea sinodal de octubre a nivel local; 2) continuar el camino sinodal de conversión en las Iglesias locales.
1. Qué pasos dar para: a) transmitir la experiencia de la asamblea de octubre, b) Dar a conocer el informe de síntesis y trabajar en él, c) ¿Difundir ampliamente la Carta entre el pueblo de Dios? (Lo que ya se ha hecho, lo que hay que hacer, Testimonios de los participantes, Presentaciones, Artículos y entrevistas, Traducción y publicación del resumen, Resúmenes y fichas para trabajar la síntesis)
2. ¿Qué podemos hacer localmente a nivel parroquial, diocesano, nacional y continental para seguir aprendiendo la sinodalidad?
-Elija 3 prioridades de entre los 20 temas del informe de síntesis (por ejemplo, 1 para cada parte de la síntesis).
– Elegir 3 iniciativas concretas para poner en práctica de entre las diversas propuestas de la síntesis que puedan aplicarse inmediatamente a nivel local (véase la lista de posibles propuestas para poner en práctica)
3. ¿Qué propuestas se pueden hacer para experimentar concretamente el método sinodal de conversación en el Espíritu en las diversas reuniones y asambleas (en parroquias, movimientos, comunidades, diócesis, etc.), órganos de participación? (2.j)
4. ¿Cómo implicar más a todos los bautizados en el proceso sinodal (1.m) y cómo escuchar más a los de la periferia (16.)?
5. Elegir 1 ó 2 temas a explorar en relación con las cuestiones locales de entre las «Cuestiones a tratar» y encargar su elaboración a una comisión compuesta por teólogos, canonistas y responsables pastorales.
6. Identificar y compartir 2 ó 3 recursos e iniciativas locales o buenas prácticas de sinodalidad que sería interesante que otros conocieran y enviarlos a la secretaría del sínodo para el sitio web de la Secretaría General del Sínodo .
7. ¿Cómo podemos profundizar en la definición y comprensión de la sinodalidad en nuestro contexto cultural?
8. ¿Cómo implementar y profundizar la dimensión espiritual de la sinodalidad a nivel local (3k.l.m)?
9. Con los órganos de participación (consejos) (18): Implicarlos en la recepción de la síntesis y en los discernimientos que deben hacerse para preparar la próxima sesión.
10. Con las organizaciones de formación y las facultades de teología
• Poner en marcha iniciativas concretas de formación en sinodalidad (14.)
• Organizar una consulta de los responsables de la formación inicial y continua (14.o)
• Trabajar sobre los temas a investigar y preparar las contribuciones que se propondrán a las Conferencias Episcopales.
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