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Coincidiendo con el Tiempo de Cuaresma, desde la década de 1960, la Iglesia brasileña realiza la Campaña de la Fraternidad, un tiempo de reflexión y conversión en relación con situaciones concretas que forman parte de la sociedad del país.

“Fraternidad y hambre”

En 2023 el tema será “Fraternidad y hambre”, un tema que es abordado por tercera vez, teniendo como lema “¡Darles vosotros mismos de comer!”. En esta semana ha sido lanzado el Texto Base, que ayuda a profundizar sobre esta realidad, y está teniendo lugar la formación, que a lo largo de tres días, con transmisión por las redes sociales y el canal de YouTube de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), con la ayuda de especialistas ofrece una reflexión sobre la temática del hambre bajo la óptica de datos actualizados sobre la realidad, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia en la perspectiva de la acción pastoral para así enfrentar el problema.

El método seguido en la formación es el ver, iluminar, actuar, una metodología presente en el caminar de la Iglesia de América Latina y el Caribe. Con ello se pretende ayudar a aquellos que en los próximos meses realizarán el mismo trabajo a nivel regional, diocesano, parroquial y comunitario, una formación que tiene como base la palabra de Dios y que busca una acción eclesial socio transformadora.

Más de 60 millones de brasileños pasan hambre

El hambre es una realidad que en Brasil afecta a más de 60 millones de personas, lo que representa el 30% de la población, que o no tienen o no saben lo que van a comer cada día, según datos de la Organización las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) divulgados el pasado mes de julio. Son cifras que han aumentado exponencialmente en los últimos años, lo que hace ver la necesidad de una reflexión y una acción al respecto.

En la Encíclica Fratelli tutti, el Papa Francisco del escándalo del hambre, denominando el actual sistema económico de asesino: “las crisis sociales, políticas y económicas hacen morir de hambre a millones de niños, reducidos a esqueletos humanos por causa de la pobreza y del hambre; reina un inaceptable silencio internacional”. Por eso llama a la política mundial a hacer lo posible para “eliminar efectivamente el hambre”, criticando la especulación financiera que condiciona el precio de los alimentos.

El dolor de los más pobres debe ser también nuestro dolor

Un tema tan doloroso, según el padre Jean Poul Hansen, asesor de campañas de la CNBB, que destaca la importancia de “una preocupación común ante esa realidad que afecta a tantos hermanos nuestros”. Una realidad que para Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, presidente de la CNBB, “no debe provocar dolor solamente en la vida de aquellos que están sumergidos en la miseria, ellos son nuestros hermanos y hermanas. El dolor de los más pobres debe ser también nuestro dolor”, invitando al pueblo brasileño a escuchar y traducir en gestos el pedido de Jesús a dar de comer.

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El Texto Base, dividido en cuatro capítulos, parte de la Palabra de Dios, centrándose en el lema de la campaña. En el segundo capítulo presenta los números y causas del hambre en Brasil, así como iniciativas llevadas a cabo en el país para su superación. En el tercer capítulo son presentados los fundamentos bíblicos y del Magisterio de la Iglesia que muestran que el hambre es un flagelo humano que debe ser superado. El último capítulo presenta sugerencias para ese combate a nivel personal, comunitario-eclesial y desde la acción sociopolítica.

Con informaciones de la CNBB.

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