Fue el Papa san Juan Pablo II quien, al concluir el Jubileo de 2000, anunció el próximo a celebrarse en el 2025, con el lema: “peregrinos de la esperanza”. Hoy el Papa Francisco reitera la invitación a los cristianos a participar de este gran acontecimiento de la Iglesia universal, animando a que “se celebre con fe intensa, esperanza viva y caridad operante”.
En esa dirección, el Santo Padre señaló en su momento que “el próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente”, y detalla que esta es la razón por la cual eligió el lema: “Peregrinos de la Esperanza”.
Para estar dispuestos a este acontecimiento eclesial convocado por el Vaticano, las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, han iniciado su itinerario de preparación con miras a involucrar a las Iglesias nacionales.
Es así como ADN Celam consultó a los secretarios de las Conferencias de Antillas y Panamá, quienes han participado de la reunión de secretarios generales convocados por el Celam del 20 al 22 de marzo.
Antillas: Formación de peregrinos hacia el Jubileo
Fray Donald Chambers, secretario general de la Conferencia Episcopal de Antillas
Fray Donald Chambers, secretario general de la Conferencia Episcopal de Antillas, explicó que ya se empezaron a dar los primeros pasos con miras a la participación del Jubileo 2025. Acentuó que se ha tenido presencia en varias sesiones virtuales convocadas desde Roma, recibiendo de parte de ellos orientaciones que se han ido socializado en algunos espacios y a los obispos.
El religioso explicó que, al ser una Conferencia pequeña, no se cuenta por ahora con un equipo base para la preparación de Jubileo, más bien aseguró que con las diócesis que tienen comisiones locales, se está trabajando en la organizando de los pelegrinos que irán a Roma a participar, preparándolos de manera espiritual y formándolos para el Jubileo.
“Nuestra atención se centra en socializar la información que se recibe con grupos y líderes, quienes a su vez serán los encargados de apropiarse del tema y trabajar luego en la formación de peregrinos que participarán en las sesiones que se realicen en Roma”, apuntó.
Observó además que, si bien desde Roma se han sugerido varias áreas temáticas para el Jubileo, desde la Conferencia aún no se ha avanzado en la discusión de cuáles podrían ser las prioridades para esta Iglesia caribeña.
Concluyó su diálogo, refiriéndose a las posibles acciones a vivir en esta isla del caribe, dijo que se propondrán tres celebraciones concretas para que la gente participe: La primera, el jubileo para los hermanos y las hermanas, luego un jubileo para los sacerdotes y por último el jubileo para las damas y también para aquellos que abren sus puertas al llamado de Dios.
Panamá: De camino hacia una Misión Nacional
Padre Santiago Benítez, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Panamá
Por su parte, el padre Santiago Benítez, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Panamá, expresó con mucha alegría que este país ya ha estado avanzado con acciones concretas hacia el Jubileo, este año orientadas por el Año de la Oración, propuesto por el Papa Francisco y que lleva por lema: “Señor enséñanos a orar”.
“Todo lleva una dinámica hacia el Jubileo con el año de la oración. Entonces se está concienciando en las parroquias y en los diferentes grupos pastorales a valorar la oración en familia, la oración personal, la oración parroquial, la oración como medio y así como lo dice el Papa dedicarse a una gran “sinfonía” de oración”, indicó.
Camino recorrido
El sacerdote socializó que una primera acción fue la vivida durante la Asamblea de obispos celebrada en el mes de enero, allí se abordaron dos temas centrales: el Año de la Oración y el Jubileo 2025, ambos llevan a una acción conjunta, observó.
Asimismo, mencionó que, desde la arquidiócesis de Panamá, la última semana del mes de febrero se realizó la Asamblea Pastoral y luego el retiro sacerdotal a inicios del mes marzo, ambos espacios explicó, encaminados a avanzar en las dos celebraciones centrales a las que convoca la Iglesia universal.
Por tanto, ha expresado el sacerdote “estas dos reuniones han marcado el compromiso de nuestra Iglesia panameña, para que en cada jurisdicción eclesiástica se anime esta dinámica de ir valorando el Año de la Oración como medio para llegar al Jubileo”.
No obstante, a todo lo que organice la Iglesia panameña, ellos ya están trabajando en la idea de lanzar una gran misión nacional, como ya lo habían hecho en los años 88 y 92. Será una “oportunidad para que cada cristiano, donde quiera que esté, renueve su encuentro personal con Jesucristo, o al menos se decida a dejarse encontrar por Él”.
Agregó que esta acción hace parte del camino de la sinodalidad que el papa Francisco propone a la Iglesia, porque recorrería los distintos territorios de esta zona caribeña y en cada jurisdicción se tendría un referente que coordine esta misión.
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Qué es el Jubileo 2025
El Jubileo de 2025 es un jubileo de carácter ordinario que se celebrará en el año natural de 2025 según los periodos establecidos de 25 años para ello. Fue anunciado por san Juan Pablo II al finalizar el Jubileo de 2000. Este jubileo viene precedido del Jubileo extraordinario de la Misericordia de 2015-2016, al igual que sucedió en el Gran Jubileo de 2000 que fue precedido del Jubileo extraordinario de la Redención de 1983.
El 26 de diciembre del 2021, el Papa Francisco, confió la organización al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, presidido por monseñor Rino Fisichella, quienes tendrán la misión de hacer los preparativos para el Jubileo, al considerarlo de carácter fundamental para el fortalecimiento de la religión católica.
Sobre los jubileos
El primer Año Santo fue instituido en el 1.300 por el Papa Bonifacio VIII, con celebración primero secular, después cada cincuenta años y finalmente cada veinticinco años. En el año jubilar, tiempo de invitación a la conversión, el pueblo de Dios es llamado a realizar una peregrinación, a atravesar la Puerta Santa y a venerar las reliquias de los Apóstoles Pedro y Pablo custodiadas en las Basílicas romanas, gestos de testimonio y de renovación en la fe: “Millones y millones de peregrinos, a lo largo de los siglos, han llegado a estos lugares santos dando testimonio vivo de la fe de siempre”.
El más reciente evento jubilar fue el Gran Jubileo del año 2000, abierto por san Juan Pablo II, con el que se celebraron los dos mil años del nacimiento de Jesucristo y el ingreso de la Iglesia en el 3er milenio de su historia.
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