Ha iniciado el IV Congreso Latinoamericano y Caribeño, que la Confederación Latinoamericana y Caribeño de Religiosos y Religiosas (CLAR) organizó bajo el lema “Vida Religiosa, artesana del cuidado”.
La sede del Universidad de la Salle, en Bogotá, ha recibido a 500 participantes venidos de todas las Américas y, de manera virtual, se han conectado más de 3000 personas para discernir en torno a la cultura del cuidado a partir de siete “C”: cuidado, creación, compasión, comunidad, contemplación, comunicación, celebración.
Tras el momento de espiritualidad y oración a cargo de la Compañía de María, la hermana Cecilia del Socorro Aristizábal Gallego, vicepresidenta de la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), estuvo a cargo de la bienvenida: “Gracias por responder a esta invitación”.
La religiosa ha destacado que desde Colombia “acogemos a toda la vida consagrada del continente desafiados a ser artesanos del cuidado” sobre todo en el contexto de la celebración del Sínodo 2021-2024.
Esto implica asumir “una perspectiva del compromiso y el amor” para “vivirlo a través de acciones diarias, enfrentar las estructuras de desigualdad, trabajar en un mundo más justo, acompañar en el sufrimiento a través de la oración, promover la paz y la reconciliación, ser agentes de unidad aportando a la tolerancia y comprensión mutua”.
La alegría del Evangelio
Desde EEUU y Canadá la vida religiosa se ha sumado a este evento. La hermana Carol Zinn, secretaria Ejecutiva de la LCWR, Leadership Conference of Women Religious de EEUU, expresó su cercanía a los religiosos y religiosas de América Latina y el Caribe: “Sentimos una gran unidad con ustedes y eso nos hace muy felices de corazón”.
Destacó que la contemplación para “quienes estamos en la vida consagrada nos toca mucho el corazón”, por eso cuando “el Papa habla de la vida religiosa siempre debe haber alegría, porque donde hay religiosos debe prevalecer la alegría”.
Esa alegría del servicio de los hombres y mujeres del Alba ayuda a sortear obstáculos en medio de los desafíos y penumbras “confiados que al pie de la cruz la resurrección vendrá, la vida vencerá”.
Tiempo de transición
Mientras que el hermano Alain Ambeaut, secretario ejecutivo de la Conferencia de Religiosas/os de Canadá, resaltó que desde este país cuentan con 200 congregaciones religiosas masculinas y femeninas para un total de 10 mil religiosos que cubren todo el territorio, incidido por la cultura inglesa y francesa.
Aún cuando “estamos viviendo un momento de desierto vocacional” en Canadá, el religioso considera que “es un tiempo de transición y es el Espíritu Santo que actúa para generar otros modelos de vida consagrada y que se adaptarán al mundo de hoy”.
Los religiosos y religiosas de Canadá están dispuestos a seguir estrechando lazos con la CLAR y “aprovechemos este espacio como un regalo, para activar en nosotros la pasión en el seguimiento de Jesucristo”.
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