ADN Celam

La CLAR apunta a un modelo de gestión para equilibrar la economía y la misión, porque “la caridad es inteligente”

La Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as (CLAR) sigue los trabajos de su 48ª Junta directiva que agrupa a sus 19 confederaciones nacionales, desde Lima (Perú). Evento que va del 2 al 5 de junio.

En su cuarta jornada, monseñor Paolo Rocco Gualtieri, nuncio apostólico en Perú, presidió la eucaristía, en la que han celebrado la solemnidad de la Santísima Trinidad y los 70 años de existencia de las Conferencias de religiosos de Brasil y Colombia.

Bernardo Sada y a Rosario Purilla, integrantes el Equipo de teólogos asesores de la Presidencia, introdujeron los trabajos de la jornada, mientras que el padre José Luis Loyola hizo una iluminación al 7º. Movimiento del Horizonte Inspirador: El cambio sistémico y la incidencia política.

Al respecto, el presbítero definió el cambio sistémico como “búsqueda, cambio, convivencia e interconexión” al tiempo que “recordó que cambiar lo poquito que nos corresponde, es cambiar el mundo entero”.

“Es un cambio que surge de lo profundo, desde dentro, y desde la tierra. Todos podemos aportar nuestros saberes, fortalezas y experiencias porque todos estamos interconectados”, añadió e invitó a seguir viviendo en armonía con la casa/madre común, insistiendo “en la comprensión sistémica de la interconexión de lo ambiental y lo social”.

Una economía solidaria

Eddy Omar Polo, sacerdote y religioso agustino recoleto, moderó el panel “Criterios evangélicos y éticos para la vivencia de la sostenibilidad y la solidaridad”, que estuvo a cargo del Consejo de Economía de la CLAR, integrado por la Sra. Norma González de Argentina, el P. Gerardo Gordillo Zamora, MSpS. de México, el P. Nivaldo Pessinatti, SDB. de Brasil, el P. José Leonardo Rincón Contreras, SJ. de Colombia, y el H. Leonardo Enrique Tejeiro Duque, FSC. de Colombia

Un tiempo marcado por cambios y la crisis de la pandemia, por eso han destacado que “las personas que regresan ya no son las mismas que llegaron a Lima a esta Junta Directiva, dada la densidad de vida y de proyectos compartidos”.

Los países de América, incluidos los del norte, tienen “grietas similares” sobre todo cuando “el principio de escasez se impone, y cada vez somos más obligados a responder a necesidades ilimitadas con recursos limitados”.

Frente a este complejo panorama, los integrantes del Consejo de Economía consideran que “hay que responder con una economía solidaria que nunca puede tener como práctica la exclusión, pues el principio del equilibro financiero no puede ser el único principio que rija una economía que cuide la vida”.

“No puede haber conflicto entre economía y misión, la una debe potencializar a la otra con responsabilidad, transparencia y salvaguarda de la confianza”, añadieron.

Asimismo han presentado un ejemplo con una propuesta de organización de la administración de los bienes en una congregación religiosa, partiendo de que “todos estamos en la misma barca y que sí se puede desarrollar una economía transparente, corresponsable y solidaria que garantice el sustento de nuestra vida y el impulso de nuestra misión”.

Hicieron un llamado a superar creencias erróneas como: “los religiosos solamente nos ocupamos de lo espiritual y no de lo material, o que la preocupación por lo económico es del superior”, por ende, “es necesario superar estas creencias para amar a las personas y utilizar los recursos, desde tres valores: transparencia, corresponsabilidad y la solidaridad”.

Opciones ética-evangélicas

Presentaron algunas opciones/actitudes evangélicas y éticas para la vivencia de la sostenibilidad y la solidaridad, entre estas:

1.- El profundo reconocimiento a los que nos antecedieron, pues se hemos logrado mirar más lejos, ha sido porque hemos sigo cargados en hombros de gigantes, porque “la historia no comienza con nosotros, de ahí la importancia de tomar conciencia de quiénes proviene, cuánto costó y qué les queda a quiénes vendrán”.

2.- El trabajo como santificación, pues “la caridad es inteligente y se debe planificar bien. El valor de la escucha, el compartir y la comunión, pues si un ecónomo no tiene tiempo para escuchar, puede estar incurrir en la desatención y el descuidado de las personas”.

3. En temas de administración siempre es aconsejable “proceder con humildad, competencia y sinodalidad y evitar el riesgo de seguir los criterios del mercado consumista. La conciencia del bien común en conversión ecológica y económica implica dejar brotar todas las consecuencias del seguimiento de Jesús y de ser cuidadores de la obra de Dios”.

Ser autosustentables

La realidad “se nos presenta como un todo íntimamente relacionado, reclama de la Vida Religiosa de América Latina y el Caribe, favorecer estrategias para un diálogo entre la ecología económica, social, cultural y de la vida cotidiana, que incluya la perspectiva de una ética del bien común y de la justicia entre las generaciones”.

Para ello, deben seguir apostando por “ser una presencia al servicio de la vida, comprometida con el cuidado de la casa común, la promoción de los derechos humanos y de los pueblos, la defensa de la familia y de los más vulnerables de la sociedad”.

Para el Consejo de Economía de la CLAR “haber tratado este tema de la economía y de la administración de los bienes, debe ayudar a la vida religiosa a crecer en adultez, responsabilidad y trabajo, además de disponerse a la rendición de cuentas para favorecer relaciones de confianza y adultez”.

Prosiguen: “El tema económico es indispensable de atender en la apuesta de una vida religiosa y eclesial sinodal, pues en las apuestas del papa Francisco en relación con la economía solidaria y el cuidado de la casa común, está la invitación no solo a dar los bienes que piden las obras sino ayudar a crecer las misiones para que lleguen a ser autosustentables”.

En definitiva, aseguraron que “comprendernos desde este diálogo y en la clave de una Ecología Integral, implicará una clara opción por la austeridad, la sencillez, la humildad y la sustentabilidad (pobreza); que implique una escucha común obediente al Creador en la vivencia sinodal con todas las creaturas (obediencia), y que lleve a relaciones transparentes e interdependientes con nuestras comunidades y el laicado (castidad)”.

Le puede interesar: La CLAR analiza los 64 años de camino de la vida religiosa en el continente en su segundo día de jornada


Recibe gratis por WhatsApp y Telegram las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3HcXLDU

Sigue toda la información sobre la «Fase continental» del Sínodo aquí https://bit.ly/3RguCLO

Descarga el Documento de reflexiones de la Asamblea Eclesial https://bit.ly/3QXoffM


 

Post a comment