El II Encuentro de Cooperación Internacional Sinodal, celebrado en marzo, reunió a diversas organizaciones de cooperación internacional de América Latina, el Caribe, Norteamérica y Europa. El propósito principal de este evento fue fortalecer la colaboración solidaria y sinodal entre los participantes, con el fin de impulsar procesos comunitarios relacionados con la evangelización, el desarrollo humano integral y la ecología integral.
Entre las organizaciones que tomaron parte en este encuentro se encontraba la fundación ACN (Aid to the Church in Need). ACN es reconocida por su apoyo a comunidades católicas perseguidas y necesitadas en todo el mundo. Su participación en este evento subrayó su compromiso con la cooperación internacional y el fortalecimiento de la solidaridad entre distintas organizaciones que comparten valores similares de evangelización y ayuda humanitaria.
Orígenes y misión de ACN
ACN, también conocida como Kirche in Not o Ayuda a la Iglesia que Sufre, es una fundación católica creada en 1947, en Bélgica, por el sacerdote holandés Werenfried van Straaten, a petición del Papa Pío XII. Desde entonces, se ha centrado en «brindar caridad y reconciliación a cristianos que enfrentan persecución, discriminación y pobreza». En 1969 comenzó su labor de ayuda en América Latina, y en 2011 fue refundada y reorganizada por el Papa Benedicto XVI como fundación de derecho pontificio.
La fundación ACN, o Ayuda a la Iglesia Necesitada, es una organización católica internacional que tiene como misión socorrer a los cristianos en todo el mundo, donde son perseguidos, oprimidos o enfrentan necesidades pastorales importantes. Lo hace a través de la difusión de información sobre la situación de los cristianos perseguidos, la promoción de la oración por ellos y la realización de acciones caritativas para ayudarles.
Su visión es alcanzar un mundo donde el cristianismo pueda florecer en todas partes, lo que implica un compromiso con la libertad religiosa y la protección de los derechos humanos de todas las personas, especialmente de aquellos que enfrentan persecución por su fe. ACN trabaja para que los cristianos puedan practicar su fe libremente y encuentren apoyo en su comunidad religiosa, sin temor a la persecución o la discriminación.
La lógica de comunión
Durante el encuentro, Rafael D’Aqui, coordinador de proyectos de Latinoamérica, destacó la importancia de la «lógica de comunión» para ACN, al invitar a hacer un viaje por esta “experiencia de comunión que trasciende la filantropía de los benefactores de ACN hacia la iglesia local necesitada, convirtiéndose en un puente de amor dentro de la fundación.»
El coordinador de proyectos explicó que esta lógica de comunión se vive a través de tres pilares: «informar, orar y actuar». ACN busca informar sobre las realidades difíciles que enfrenta la Iglesia perseguida y discriminada en el mundo, para que los fieles puedan orar por estas situaciones y actuar a través de donaciones y voluntariado.
Luis Vildoso, jefe de sección para Latinoamérica, resaltó la importancia de «tener una disposición de escucha siempre» y «entender que la realidad es la que manda». Esto implica estar abiertos a «escuchar, acompañar, comprender» y ser transparentes sobre las formas más pertinentes de ayuda.
Desafíos en Latinoamérica
En cuanto a los ejes de cooperación en América Latina, Rafael mencionó cinco desafíos principales: mejorar la atención pastoral en áreas urbanas en crecimiento, fomentar vocaciones, defender a la Iglesia en entornos seculares agresivos, difundir la Doctrina Social de la Iglesia y proporcionar encuentros personales con Jesucristo, y formación en la comunidad cristiana.
Rafael enfatizó que, como fundación, acompañan a las comunidades “a través de la comunión, es decir, compartiendo lo que se tiene. Los benefactores comparten, y para nosotros es crucial vivir en comunión con la iglesia universal en muchos aspectos, así como en comunión con otras agencias. El intercambio de información es fundamental; escuchar y dialogar son aspectos muy importantes.»
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Cooperación sinodal y diálogo global
ACN trabaja en más de 140 países y cuenta con 23 secciones nacionales que proveen fondos y mantienen relaciones con benefactores y medios de comunicación locales. En su enfoque de cooperación sinodal, buscan promover un diálogo respetuoso entre culturas y un intercambio frecuente de información con otras organizaciones para fomentar una toma de decisiones reflexiva.
La fundación ACN se posiciona como un puente de amor y comunión en la cooperación internacional, superando la lógica filantrópica y buscando fortalecer la Iglesia necesitada y perseguida en todo el mundo a través de la información, la oración y la acción solidaria.
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