“Celebramos nuestra CXIII Asamblea de Obispos en un contexto de problemas que amenazan al mundo y a Bolivia y a las que el pueblo asiste pasivo, resignado, a veces con una impotencia contenida, ante las que no es posible expresarse, ni opinar, ni o participar, en un mundo en el que la democracia, con la libertad de expresión y la participación esencial, están cada vez más limitada”, así comenzó su discurso Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, Obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana.
En esta jornada los obispos de las 18 jurisdicciones del país se dieron cita a la casa “Cardenal Maurer” para la inauguración oficial de la CXIII Asamblea de Obispos de Bolivia que se lleva a cabo del 9 al 14 de noviembre en la ciudad de Cochabamba.
Dando lectura al documento de apertura, Mons. Pesoa se refirió a diversas problemáticas del país, indicando que la democracia participativa ha perdido su esencia y ha debilitado la esperanza, “de una convivencia serena de respeto a las personas a las leyes y a las instituciones. Todo se pone el servicio de intereses particulares, pareciera que se alejan las esperanzas de convivir en respeto y en paz”.
En su discurso refleja también la preocupación por los jóvenes, ¿qué mundo estamos dejando a las jóvenes generaciones?, se pregunta el obispo, y responde, “acaso un mundo en crisis, un mundo en el que las decisiones éticas dejan paso a decisiones interesadas y egoístas, el respeto a la ley y a la independencia de poderes, deja paso a la manipulación de la justicia y en el que todo, incluso la creación de Dios, la naturaleza, está sometida a los intereses económicos, no de todos, sino de algunos en perjuicio de todos”.
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La economía, justicia, educación y salud en el país
En el tema económico, el presidente de le CEB dijo que el país no cuenta con propuestas y respuestas a los problemas de una economía, “que da signos preocupantes de desgaste” y en cuanto al sistema de justicia, indicó que es servilista y manipuladora y que se encuentra amenazada por los intereses económicos de algunos grupos, y “que pone en riesgo la vida y la salud de los pueblos indígenas”.
Señala también que la falta de diálogo, con todos, es la nota característica de este momento histórico. En cuanto a la educación afirma que está cada vez más ideologizado y “con serios problemas de baja calidad” y en cuanto a la salud, un sistema colapsado que no ayuda a la vida del pueblo, “parece que todo esto no preocupa a nadie, pero que la gente lo sufre resignada e impotente”
Otro punto a destacar del discurso de Mons. Pesoa está en la renovación ética y moral que, a decir de la autoridad eclesial, es necesaria remozarla, “es necesario poner el bien común como horizonte de nuestras decisiones éticas”, exhortó.
«En el bien común deben estar incluidos todos, no solo los de mi raza, los de mi región, los de mi partido, los que comparten mi forma de pensar, los de mi grupo. Hay que pensar en el bien de todos los bolivianos, también de aquellos que no piensan igual que yo, y sobre todo, de los más olvidados en el momento presente», puntualizó.
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