Mons. Miguel Cabrejos: "En esta Semana Santa, oremos por el Perú"

«Nuestro querido Perú continúa sometido a una severa crisis social y política que impide la realización del bien común, cuya construcción y cuidado es responsabilidad de todos». Afirman los obispos en un mensaje que desde la Conferencia Episcopal expresa su preocupación por el destino del país.

Un Vía Crucis diario

Al inicio de la Semana Santa, el llamado de la Iglesia peruana es a la oración. Convocatoria que no solo se dirige a los católicos sino a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
«Es un tiempo propicio para vivir y profundizar nuestro encuentro personal con Jesucristo, con los hermanos y también con nosotros mismos, por eso «los invito a aprovechar estos días santos para reflexionar como país», se lee en el comunicado que aparece firmado por Mons. Miguel Cabrejos, presidente del episcopado.

Para la Iglesia es necesario «reflexionar seriamente sobre ese Vía crucis diario que viven y sufren muchos de nuestros hermanos que no tienen acceso a la alimentación, la salud, la educación y el trabajo; porque solo desde esa mirada podrá pensarse en la reconciliación con Dios, los demás y nosotros mismos», advierte.

Servir al prójimo

Al respecto, los obispos aseguran que se hace necesaria una reflexión profunda por parte de las autoridades en todo nivel. Local, regional y nacional, para que sus acciones evidencien su firme voluntad de servicio al prójimo, al «ciudadano de a pie» y en especial a los más pobres y vulnerables.

Problemáticas que de acuerdo con Mons. Cabrejos muestran la necesidad de «renunciar al propio egoísmo, a la autoreferencialidad, a lo superfluo, a la vanidad; para que florezca el espíritu fraterno como el grano de mostaza en el Evangelio, pues todos somos responsables y corresponsables del bien común»; o como afirmó el Papa Francisco «nadie se salva solo y nadie se condena solo».

El deseo del prelado en nombre de la Iglesia peruana es que siguiendo las instrucciones de Cristo, los ciudadanos y las autoridades acepten la exhortación a un «cambio permanente, para construir o reconstruir nuestras vidas en la entrega y el servicio, por lo que citando el Evangelio de Mateo recuerda que «quien quiera salvar su vida la perderá y todo el que pierda su vida por causa mía, la encontrará».
Igualmente, el arzobispo de Trujillo invita a «tener una mayor sensibilidad y esfuerzo de coherencia frente a nuestra población para crecer en la fe y lograr un desarrollo humano integral».

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Un cambio inesperado

Trayendo a la memoria textos propios de este tiempo, Mons. Cabrejos recuerda que Jesús con su pasión, muerte y crucifixión, hace un verdadero pacto de sangre por la salvación de la humanidad, con una nueva alianza; basada en el perdón de Dios y que requiere de nosotros un verdadero deseo de evitar el mal y orientarnos hacia la entrega y el servicio al prójimo. «En Cristo crucificado podemos contemplar el más claro y bello ejemplo de amor y solidaridad con el hermano», porque «Jesús crucificado, nos invita a salir de nosotros mismos y a vivir profundamente».

De forma reciente la presidenta Dina Boluarte promulgó la ley que restablece el retorno a la bicameralidad del congreso. Una reforma constitucional que fue aprobada por la cámara de diputados. Quienes defienden la norma consideran que el cambio logrará una mejor labor legislativa, mientras que los detractores ven la oportunidad para que aumente el despilfarro de fondos públicos y la corrupción.

En 2018, el 90% de los peruanos votó negativamente por la propuesta. Ahora el gobierno peruano tendrá casi por imposición un senado dentro del parlamento.
Según la reforma, el senado estará conformado por 60 representantes elegidos para un periodo de cinco años, con la esperanza de que los 24 departamentos estén representados. Por el momento, la cámara de diputados se mantendrá con los 130 integrantes que tiene en la actualidad.