Este 24 de marzo se cumplen 43 años del martirio de monseñor Oscar Arnulfo Romero, el primer santo y obispo mártir de El Salvador, cuyas homilías siguen vigentes no solo en su país natal, sino en muchos lugares de América, donde la injusticia y la persecución por causa de la fe siguen imperando.
Por ello, monseñor Rafael Urrutia, canciller del arzobispado de San Salvador, ha dirigido una carta abierta en memoria san Romero, en el marco de la pasada asamblea regional del Sínodo de la sinodalidad realizada en la capital salvadoreña, en la que participaron representantes de los países de Centroamérica y México.
Al respecto, ha planteado que con el Sínodo “el Papa quiere que los pastores se escuchen entre sí, y no solos. Hay que escucharse entre hermanos cristianos, escuchar a los alejados, escuchar a los más débiles y escuchar a los desheredados”.
“Yo se Monseñor, que Usted en el cielo, comprenderá todo esto y se reirá a lo mejor de nosotros viéndonos ‘enredados’ y ‘desconcertados’, porque eso de dialogar las realidades en conversación espiritual no es tan fácil de ponerlo en práctica, cuando todos tenemos la tendencia a mandar”, ha escrito.
Frente a todo este ejercicio realizado durante la fase continental del Sínodo en la asamblea regional “me he preguntado ¿qué tal la habría ido a Monseñor con esta iniciativa del Papa Francisco? En seguida he caído en la cuenta de que Usted Monseñor ha sido el Obispo de la sinodalidad en su historia personal y como Arzobispo de San Salvador”.
Testigo de la fe
Don Urrutia esgrime varias razones para sustentar su afirmación: “Fue un pastor en el que se descubre la profundidad enorme de su vida, de su interioridad, de su espíritu de unión con Dios, raíz, fuente y cumbre de toda su existencia, no solamente desde su vida Arzobispal, sino desde su vida de estudiante y joven sacerdote”.
Una vida que floreció hasta convertirlo en el “testigo de la fe al pie del altar, porque sus raíces estaban bien cimentadas y metidas en Dios, en Él encontró la fuerza de su vitalidad, por Él, con Él y en Él fue viviendo, también, su vida arzobispal entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios”.
Para añadir: “Fue usted monseñor un hombre humilde y tímido, que poseído por Dios logró hacer lo que siempre quiso hacer: grandes cosas, pero por los caminos que el Señor le tenía señalados, caminos que fue descubriendo en su intensa e íntima unión con Cristo, modelo y fuente de toda santidad”.
También ha destacado que desde su vida como sacerdote tuvo tres devociones: “El Santísimo Sacramento, la Santísima Virgen María y a la Iglesia, la que concretaba en la persona del Papa”.
Más tarde como arzobispo vendría una cuarta devoción que “sentirá muy dentro del corazón: la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, a quien le había consagrado toda su vida, consagración que renovaba cada mes”.
En comunión con el Papa
Monseñor Urrutia ha rememorado el mensaje que el propio Romero envío a su Santidad Pablo VI el 02 de julio de 1978: “Cuando yo veía circular junto a la tumba de San Pedro o junto a la cátedra del Papa peregrinaciones llegadas de todas partes del mundo, me parecía algo así como el torrente sanguíneo de la humanidad que pasa por el corazón para oxigenar después a toda la Iglesia”.
Por lo que “seguramente, si Usted viviese hoy sentiría los mismos sentimientos y expresaría los mismos pensamientos para el Papa Francisco”, porque “disfrutaba usted, Monseñor pasar unos días en Roma junto a Pedro, eso le daba la oportunidad de “Sentir con la Iglesia y vivir la comunión con el Romano Pontífice”.
Además monseñor Urrutia ha destacado que Romero “supo dialogar con el tiempo presente y leer los acontecimientos de éste a la luz de la fe, para responder a ella como Buen Pastor escuchando el sentir del Pueblo de Dios”.
“Pero quizás la conversación espiritual más genuina y edificante para todos fue la que tuvo con los pobres frente a sus temores, a sus angustias y en las persecuciones a ellos infringidas; y desde su fe y de su vivencia del Evangelio siempre se dejó conducir por las inspiraciones del Espíritu Santo y la justicia de Dios”, añadió.
CARTA A MONSEÑOR ROMERO CAMEX 2023 (1)Le puede interesar: Franciscum: 10 años inspirando a la Iglesia Latinoamericana y Caribeña
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