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Monseñor Reginaldo Andrietta: “La Pastoral del Trabajo tuvo que adaptarse a la cultura digital”

Cuando este 1º de mayo se celebra el Día de San José Obrero y el Día Internacional del Trabajador, ADN Celam ha consultado a Monseñor Reginaldo Andrietta, obispo de Jales (Brasil) y Referente Nacional de la Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Brasileña, sobre los desafíos que desde esta instancia tienen todos los agentes pastoral del trabajo.


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El prelado ha asegurado que “durante el tiempo de pandemia que, todavía, no se terminó, la Pastoral de Mundo de Trabajo tuvo que adaptarse a la cultura digital, realizando gran parte de sus actividades de forma virtual”.

Incidir políticamente

PREGUNTA.- ¿Cuáles son los desafíos de la Pastoral del Mundo del Trabajo en estos tiempos de pospandemia?

RESPUESTA.- “Los miembros de la Pastoral del Mundo de Trabajo descubrieron formas más ágiles y menos costosas para sus intercambios, encuentros, seminarios y asambleas, vislumbrando para el periodo pospandémico, una forma híbrida de actuación.

Eso le desafía a capacitarse para el uso inteligente de la tecnología digital y a equipar sus miembros con menos condiciones financieras con instrumentos electrónicos que les permitan incluirse en los procesos de formación y acción.

Esa Pastoral está confrontada, ahora, a una realidad ardua para su acción: alta tasa de desempleo e informalidad, condiciones precarias de trabajo, reducida protección social, desaliento y hambre.

El desafío de la solidaridad inmediata continuará hasta ser implementadas políticas públicas eficientes de generación de empleos y distribución de renda. Por tanto, la Pastoral del Mundo de Trabajo tendrá como gran desafío fomentar acciones que incidan políticamente, pues el propio Papa Francisco afirma en su Exhortación Apostólica Alegría del Evangelio, nº 202, “la necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza”.

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Doctrina social de la Iglesia

P.- Una Asamblea Eclesial y ahora el Sínodo de la sinodalidad, ¿qué puede aportar la Pastoral del trabajo a estos espacios?

R.- “La Pastoral del Mundo del Trabajo se implicó en el proceso de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, y está participando en el proceso sinodal, contribuyendo para que la Iglesia entienda mejor la realidad y el ‘clamor de los pobres’ desde la perspectiva del trabajo y su relación con la economía.

Esa Pastoral puede aportar elementos de análisis de la realidad del mundo del trabajo, que muchísimos segmentos de la Iglesia no toman en cuenta, y señalar lineamientos de la Doctrina Social Católica, para una acción evangelizadora más eficaz de la Iglesia, en los ámbitos locales, diocesanos, nacionales e internacional”.

Un reconocimiento más explícito

P.- ¿En que está con deuda la Iglesia con el pueblo trabajador?

R.- “La Iglesia debe al pueblo trabajador un reconocimiento más explícito sobre la importancia y la prioridad del trabajo, en su acción evangelizadora, conforme orienta su Doctrina Social. El Papa San Juan Pablo II, en su Encíclica Laboren Exercens, afirma que «el trabajo humano es una clave, quizá la clave esencial, de toda la cuestión social»”.

Esa clave, según el Papa, tiene «una importancia fundamental y decisiva» para la resolución de problemas sociales, pues afronta un conflicto también clave: la primacía del capital sobre el trabajo.

El Papa Francisco también afirmó en su encontró con trabajadores de Génova, Italia, el día 27 de junio de 2017, que el mundo del trabajo es una prioridad humana, cristiana y suya.

Muchos de sus escritos, pronunciamientos, actitudes y encuentros mundiales con movimientos populares han sido significativos en ese sentido. La Iglesia debe, pues, demostrar más claramente su compromiso con los trabajadores y trabajadoras, apoyando especialmente procesos y organizaciones de formación de la juventud trabajadora”.

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