ADN Celam

No optemos por el camino de la indiferencia: La trata es un dolor social y todos podemos hacer algo (Marcela Villares)

Organizado por Cebitepal, la Universidad Duke y la Red Clamor, el 7 de agosto se inicia el Curso Virtual “La Trata de Personas: Desafío de liberación en América Latina y el Caribe”. Conversamos para ADN Celam con la Lic. Prof. Marcela Villares, que forma parte del cuerpo de docentes de este Curso.

 

¿Cuál es tu formación en el tema, tu rol en el Diplo y qué materia abordás?

Hace varios que trabajo en la prevención y sensibilización en el delito de trata, soy licenciada en Educación lo que me ha dado herramientas para poder trasmitirlo. He realizado varias diplomaturas y cursos sobre el tema, y continúo haciéndolos cada vez que es posible. Lamentablemente el delito muta, avanza y hay que estar preparados. Por ejemplo, hace años no se hablaba de ciberdelito y hoy es moneda corriente.

El tema que abordo en este Curso es “Procesos científicos de violación de los derechos humanos a personas involucradas en la trata”.

¿Cómo lograr verdadera concientización sobre la problemática?

Es fundamental formarse, informarse, difundir, saber que nos pasa, que no le pasa solamente al otro, es un dolor social por lo tanto nos pasa a todos, y también nos puede pasar concretamente, nadie está exento. Todos somos responsables de esto. Con dolor tenemos que decir que, junto a muchas buenas acciones, también el mal sigue creciendo.

¿Cómo afecta la fe cristiana en estos temas tan sensibles? ¿Ayuda?

Por un lado, creo que si tenemos una fe que nos habla de un Dios que vino para redimir a la humanidad caída, tenemos que ser conscientes de que la trata forma parte de esta humanidad caída. Por el otro, ese Dios vino para hacernos familia universal; por lo tanto, considerar que es mi hermano que sufre, y como el buen samaritano tengo que preguntarme qué puedo hacer y no pasar de lado. Todos, todos absolutamente podemos hacer algo. Cada uno es una gota del océano, como decía Madre Teresa. La fe ayuda sobre todo para creer que es Dios quien puede todo, sino es cierto que se te pueden caer los brazos o tener desánimo porque ponés tu gota pero muchas veces una ola enorme te golpea, pero al menos yo sigo trabajando porque sé que para Dios nada es imposible, lo cual no exime mi parte.

 

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¿Cuál es tu opinión con respecto a la actitud de la Iglesia sobre la trata de personas? ¿Actúa, observa, interviene, teoriza?

Te diría que todas. Hablar de la Iglesia es difícil ya que son personas en cada lugar. Creo que Papa Francisco ayuda muchísimo a sensibilizar, es uno de sus temas básicos en su pontificado como lo era en sus tiempos de cardenal de Buenos Aires; sinceramente creo que todavía falta mucho por hacer como Iglesia. Por ejemplo, el 8 de febrero, día de Santa Bakhita, el Papa invita a dedicarlo como Jornada de oración y reflexión contra la trata de personas, y en lo que consta son pocas las iglesias particulares que lo hacen. Por el otro hay muchísimas organizaciones dentro de la Iglesia que se dedican prioritariamente a este tema.

¿Qué le dirías a alguien que duda ante formarse o no en el tema? ¿Cómo lo animarías?

A alguien que duda le diría “hacelo”, no es un tema o una formación solo teórica, te ayudará a ser protagonista de una sociedad más fraterna, justa, más cerca del diseño de Dios sobre la humanidad. Quizás no sea un tema «agradable» pero no verlo o profundizarlo hace que se opte por el camino de la indiferencia que hace crecer la mala hierba en el campo.

 

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