"¡Nunca más la guerra!": Mons. Miguel Cabrejos en Seminario Internacional sobre Desarme

“Lamentamos con profunda decepción como se destinan inmensas cantidades de dinero a la guerra en vez de invertir en combatir con inteligencia y a fondo las causas de los conflictos”; fueron las palabras de Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal durante el Seminario Internacional sobre el desarme en América Latina y el Caribe efectuado este 26 de julio en Bogotá.

El espacio de reflexión ecuménica abogó por un desarme integral en el continente, intención que el prelado destacó como un esfuerzo que supera cualquier diferencia ideológica o religiosa al convocar a católicos, iglesias cristianas y otras confesiones; además de los miembros de la sociedad civil y organizaciones populares con un propósito común: el desarme integral como mecanismo efectivo para favorecer la construcción de paz en el continente.

El caso colombiano

Refiriéndose a Colombia el prelado hizo un llamado a todos los católicos y personas de buena voluntad, para que desde su quehacer contribuyan a la construcción de una sociedad más humana, entendiendo que el cambio que vive actualmente la nación, fue decidido democráticamente por el pueblo en las urnas y todos deben sumarse sin perder la posibilidad de hacer una crítica constructiva cuando ella tenga lugar.

En este sentido reiteró su disposición como representante de la Iglesia católica en el continente, para aunar esfuerzos y apoyar las mejores políticas para gobernar el país. «Reafirmamos que la palabra y el diálogo nos hacen más humanos y no el recurso a las armas. Como bien sabemos, el núcleo central de la fe cristiana es la comprensión de que Dios se revela en la historia humana y hace que nosotros actuemos en consecuencia y hagamos su voluntad,” aseguró.

Un clamor continental

De esta forma el presidente del Celam indicó que el desarme es una de las propuestas centrales hechas durante la Conferencia Eclesial para América Latina y el Caribe efectuada en noviembre de 2021.

Acoger y llevar a la práctica esta propuesta, implica reflexionar sobre ese querer de Dios para el continente. Discernir sobre la voluntad de Dios para el momento actual, tomando como base el pensamiento del Papa Francisco y en él su reiterada postura frente a la necesidad del desarme lo que justamente es uno de los elementos inspirador de la Alianza por el Desarme.

Organización que comentó, en los días previos al evento hizo llegar un documento a la presidencia del Celam que a la luz de la fe en Jesucristo se lee e interpreta como un signo de los tiempos, pues sintetiza el clamor y el trabajo por el desarme, como una iniciativa que comparten millones de personas y organizaciones en el mundo.

Un Dios que actúa

Consciente de que para los cristianos el Espíritu sopla donde quiere, el prelado sabe que “ese mismo Espíritu está presente en muchas organizaciones y personas que sin ser creyentes son servidores de los seres humano de la dignidad humana constructores del bien común”, por ende, son presencia de Dios, él mismo que actúa en la historia y este es uno de los propósitos de la Alianza por el Desarme; es así que confía a la acción de Dios que pueda fructificar los esfuerzos que él mismo va suscitando con su gracia.

Razones por las cuales extendió su agradecimiento a todas las organizaciones que la componen porque está seguro de que la Alianza por el Desarme es un “camino firme hacia la realización profética que en toda su extensión nos describe el reino de Dios”.

Incoherencia y poder

Para Mons. Cabrejos los horrores de la guerra en Ucrania constatan la importancia que le dan los Estados a la inversión en armas respecto a la inversión social, por lo que recordó que los Pontífices desde Juan XXIII hasta el Papa Francisco han abandonado falsos conceptos según los cuales habían “guerras justas,” reafirmando que los problemas de la humanidad siempre pueden ser susceptibles de solución a través del diálogo, la negociación y la suscripción de acuerdos multilaterales como lo afirma el Santo Padre en la carta Encíclica “Fratelli Tutti”.

Así el desarrollo de armas nucleares, químicas y biológicas, además de las crecientes posibilidades de las tecnologías han dado a la guerra un poder destructivo que se encuentra fuera de control y afecta muchas vidas inocentes, por lo que no es posible pensar que la guerra es una solución ante esta realidad, sin olvidar que hoy es muy difícil sostener aquellos criterios racionales madurados en otros siglos según los cuales habían guerras justas. «¡Nunca más la guerra!» afirmó.

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Francisco ante el desarme

Para el también presidente del episcopado peruano con el Papa Francisco se da un paso definitivo sustentado principalmente en su vocación al dialogo y el trabajo interreligioso en función de la paz, evidente en su postura sobre la no proliferación de armas y el desarme especialmente, de las armas nucleares, como ejemplo de esa aplicación de lucha por la fraternidad humana y la amistad social.

Insistiendo en que no puede haber coherencia si se habla de paz y desarrollo sostenible, mientras se fabrican armas, Monseñor Cabrejos recordó el llamado del Pontífice para los líderes internacionales que muchas veces no se esfuerzan para hallar soluciones pacíficas a los conflictos globales y optan con facilidad por la guerra tras las excusas que las justifican bajo argumentos humanitarios, defensivos o preventivos, acudiendo incluso a la manipulación de la información que de hecho en las últimas décadas han intentado convencer a la opinión pública de que todas las guerras contemporáneas han sucedido de manera justificada.

Finalmente, el presidente del Celam indicó que no podrá registrarse un verdadero cambio en la historia, si no existe un esfuerzo o trabajo conjunto por el desarme; mucho más si se sigue invirtiendo una gran cantidad de recursos en la fabricación de armas.