La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba ha suscrito un nuevo pronunciamiento “ante la proximidad del fin del proceso de consultas y aprobación del nuevo Código de las Familias” en el que se ha introducido elementos como el matrimonio homosexual y el cambio de género.
Por tanto advierten que “no es verdad que lo más beneficioso para los niños y adolescentes sea introducir una interpretación del principio de “la autonomía progresiva” que se extiende a la posibilidad de que los menores de edad, sin la autorización de sus padres, puedan asumir determinados criterios, sobre todo que impliquen procesos clínico-quirúrgicos irreversibles, que determinen situaciones existenciales o identitarias para las que no están preparados”.
Asimismo han lamentado que “el matrimonio entre hombre y mujer, que es la base natural de la familia, no puede ser desplazado o deformado para dar paso a otras maneras construidas legalmente”.
“El plan originario del Creador es éste: ‘Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó: varón y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Sean fecundos, multiplíquense y llenen la tierra’ (Génesis 1, 27-28a). Esta verdad revelada sustenta la fe de todos los cristianos”, acotaron.
Consideraciones éticas
Los Obispos cubanos rechazan la adopción de niños por parejas del mismo sexo, cuando “la adopción es esencialmente un modo de conceder al niño por ley, lo que por naturaleza le corresponde y necesita: un padre y una madre”.
Además rechazan “los fundamentos también aplicables a no admitir la pluriparentalidad, la aplicación de técnicas de reproducción humana asistida a parejas del mismo sexo o, incluso, la fecundación in vitro postmortem, por la que un niño nacería intencionalmente huérfano de padre. Todo hijo es un don y un fin en sí mismo; es un derecho del niño tener un papá y una mamá”.
“No es ético que se reconozca como adecuada la llamada “gestación solidaria”, en la que una mujer que lleve en su vientre durante nueve meses una criatura la deba entregar inmediatamente después del parto a otras personas, privando a ambos, madre e hijo, del vínculo afectivo que la gestación naturalmente establece”, han indicado.
Aspectos positivos del nuevo código
Por supuesto, los prelados han expresado que en el nuevo Código no todo es negativo, por ejemplo, “la precisión con que se rechaza la violencia en el seno de la familia, la manera en que se recogen y protegen los derechos de los abuelos, el modo en que se inserta el cuidado de los ancianos, personas en situación de discapacidad y vulnerables”.
También “vemos con beneplácito que se reconozca lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño y que, en diversos ámbitos, se manifieste explícitamente la obligación de dar alimento y cuidar a los que queden en situaciones desfavorables y durante el embarazo”.
“Esto, sin embargo, no puede hacer que se pasen por alto los cuestionamientos, críticas, rechazos de un sector importante de nuestra sociedad, los cuales se sustentan en legítimos principios, valores, las ciencias humanas y biológicas, nuestra historia, tradiciones y creencias religiosas de nuestro pueblo”, han dicho.
Pres. 22.077. COCC - Mensaje en relación con el referendo - 120922Le puede interesar: Pensamiento y Acción en el pontificado del Papa Francisco y su incidencia
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