La contribución de los pueblos de la Amazonía para el futuro de la humanidad ha sido objeto de debate dentro del 35º Congreso Internacional de la SOTER, que con el tema “La Amazonía y el Futuro de la Humanidad: Pueblos Originarios, Cuidado Integral y Cuestiones Ecosociales”, está siendo realizado de 11 a 14 de julio presencialmente, en la sede de la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais, y on-line, con más de 600 congresistas inscritos. Una contribución desde la mirada de dos mujeres, la líder indígena Patricia Gualinga, del pueblo kichwa de Sarayaku, en la Amazonía ecuatoriana, y Lady Anne de Souza, brasileña que trabaja en el campo de la educación.
Presencia milenar de los pueblos indígenas en la Amazonía
Los pueblos indígenas habitan la Amazonía desde mucho antes de la llegada de los colonizadores, insistió Patricia Gualinga, definiendo como su identidad principal su relación con la naturaleza, a la ven como “un ser como nosotros”, una premisa fundamental en su lucha por impedir la invasión de actividades extractivas. El pueblo kichwa de Sarayaku se convirtió en una referencia en el derecho internacional por su lucha que llevó a expulsar de su territorio a una empresa petrolera ganando un juicio que se convirtió en un paradigma.
La líder indígena kichwa dejó claro que “sin los pueblos indígenas no tendríamos bosques”, de ahí la necesidad de rescatar la importancia de la presencia de los pueblos indígenas en la Amazonía, llamando a romper la forma de pensar compasiva hacia los pueblos indígenas. Con ellos existe la Amazonía y un equilibrio planetario, eso ante el embate externo y una historia de incomprensión hacia los pueblos indígenas, tachados de ignorantes por una sociedad que no reconoce su pensamiento y cosmovisiones milenarias.
Valorar a los pueblos indígenas
Ante las contribuciones de la Amazonía y sus pueblos al actual modelo climático global, Gualinga afirmó que “lo mínimo que deberían hacer los gobiernos es valorar a los pueblos indígenas y no empeñarse en abrir la frontera extractiva”, insistiendo en dar valor al conocimiento de los pueblos indígenas. “Es el momento de dar oídos a los pueblos indígenas porque de lo contrario no vamos a tener acciones y esperanzas que puedan generar una contribución a la humanidad”, enfatizó. Junto con ello reclamó una mentalidad abierta, romper paradigmas para acercarse a los pueblos indígenas, “volver a reaprender desde el conocimiento de los pueblos indígenas a relacionarse con la naturaleza”.
“Un indígena que pierde su relación con la naturaleza pierde su fuerza, su identidad, de ahí la importancia del territorio”, señaló Patricia Gualinga. Según ella, “la lucha de los pueblos indígenas ya no es una lucha local y sí una contribución para la humanidad”. Ello porque están cuidando espacios de vida para todo el Planeta Tierra y evitar una crisis global planetaria.
Vicepresidenta de la CEAMA
La vicepresidenta de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), que recientemente fue recibida en audiencia por el Papa Francisco, junto con otras dos indígenas que ocupan cargos en las presidencias de la CEAMA y la REPAM, dice sospechar que su presencia en esta conferencia puede venir motivada por el hecho de haber cobrado la histórica falta de acompañamiento de la Iglesia como institución a los pueblos indígenas. Ella destacó el poder de incidencia de la Iglesia y del Papa Francisco, a quien ve como vocero mundial que ayuda a avanzar en los procesos de cuidado de la Amazonía.
Igualmente destacó la importancia del Sínodo para la Amazonía, donde fue auditora, reconociendo que todavía hay un camino grande que avanzar. Según la líder indígena, la Iglesia no había entendido ese proceso de relación con la naturaleza, a pesar de tener una figura de gran relevancia en ese campo como fue San Francisco de Asís, insistiendo en que la Iglesia tiene muchos argumentos para defender la Amazonía.
No se minimice a los indígenas
Con relación a las organizaciones indígenas en la Amazonía, reconoció que han sido históricamente patriarcales, pero en los últimos años las mujeres han ganado espacio, aportando su visión a pesar de las resistencias dentro de sus propias estructuras. Como indígena pide que no se les minimice, que no nos digan lo que tenemos que hacer, que no haya planes que vienen desde arriba, y sí planes y decisiones prioritarias como pueblos. Esto implica esfuerzo y determinación de nuestros pueblos, que muchas veces son tentados por los gobiernos y las empresas, según Gualinga, que denunció el continuo asesinato de líderes indígenas en la región amazónica.
Finalmente, destacó la importancia del concepto de selva viviente, que definió como reconocer que la naturaleza es un ser vivo consciente, sujeto de derechos. No es una reserva y sí un lugar que tiene que ser administrado por los pueblos indígenas desde su cosmovisión, pues esos espacios destruidos tienen graves consecuencias y es necesario que queden intactos por el bien de la humanidad, insistiendo en reconocer a la hermana tierra, al bosque, desde el reconocimiento de la visión sagrada de los pueblos indígenas, capaces de identificar la fuente de vida de la naturaleza. Ello porque “la mayor contribución de un pueblo indígena es su conocimiento de la naturaleza”.
Una mirada de amor por la Amazonía y sus pueblos
Desde Marabá, Estado de Pará, en la Amazonía brasileña, Lady Anne de Souza, que comenzó recordando las palabras de Pablo VI: «Cristo apunta a la Amazonía», hizo un llamamiento a tener «una mirada de amor por la Amazonía, por los pueblos, por una Amazonía que lucha y se organiza para defenderla y evangelizarla«. La educadora, que trabaja en la Secretaría Municipal de Educación de Marabá, llamó a «escuchar con el corazón el grito de los pueblos de la Amazonía y comenzar a construir un camino con una mirada atenta que lleve a la esperanza».
«Hacerlo desde la educación, una educación que dialogue con los saberes, las especificidades, la temporalidad, la cultura«, enfatizó. Denunció el cierre de escuelas en la Amazonía, que dificulta la construcción del futuro, argumentando que «es derecho de todos una educación orientada a sus especificidades». Por lo tanto, es necesario aplicar lo que está sobre el papel y construir la educación a partir de las especificidades locales, denunciando la exclusión escolar que se produce en la realidad.
Discutir el derecho a la educación
Destacando que «siempre es necesario debatir y discutir el derecho a la educación, para que todos puedan tener sus derechos garantizados«, reflexionó sobre la importancia del Pacto Educativo Global, propuesta del Papa Francisco que ella ve como un motivo de esperanza para la educación en la Amazonía, habiendo lanzado la Alianza Educativa, que trabaja de forma ecuménica y quiere llevar a todos los municipios y discutir el Pacto Educativo Global a partir de cada realidad local.
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Por último, Lady Anne de Souza informó de algunas acciones que se están llevando a cabo en Marabá y en el Estado de Pará: Mirada atenta a los migrantes, insertándose en la red de educación; construcción del Centro de Referencia de Asistencia Social (CRAS) en el campo; creación de la Ley Municipal «Todos somos Maria da Penha»; participación en la elaboración del Plan Municipal de Políticas Públicas para las mujeres con rostro amazónico; Red de Protección a las Mujeres; Participación en los Consejos de Derechos y Conferencias; Combate a la violencia doméstica en las escuelas; y el Proyecto con personas en situación de calle.
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