«Como Iglesia necesitamos producir un cambio, una conversión. El clericalismo es una práctica que debe desaparecer y es preciso una Iglesia donde todos estén incluidos, participen y decidan,» así comienza el apartado referente a los desafíos de una Iglesia sinodal, planteados por la Red Laical Latinoamericana en el informe que presentó como aporte al Sínodo.
Un documento en el que 500 personas de 18 países de América Latina y el Caribe e hispanos residentes en Estados Unidos pertenecientes a cerca de 60 organizaciones, grupos y comunidades eclesiales; coinciden en «la necesidad de una Iglesia en salida y al servicio, para que todo el pueblo de Dios la perciba como su hogar, donde los pobres y excluidos de la sociedad se sientan los miembros preferidos,» el centro de la acción pastoral.
Son algunas de las reflexiones que surgen como fruto del trabajo desarrollado por la Red Laical Latinoamericana cuyos orígenes se remontan a las reuniones efectuadas durante la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y la convocatoria del Papa al Sínodo de la Sinodalidad, encuentros virtuales que se vienen renovando para analizar los pormenores del proceso de la sinodalidad en el continente y las iniciativas emprendidas con este objetivo.
Una voz de aliento
De hecho, ha sido el mismo Pontífice el que ha alentado la labor de los integrantes de la Red Laical Latinoamericana en una carta enviada recientemente a sus miembros en la que expresa su alegría y los exhorta a seguir trabajando por su objetivo de ser laicas y laicos con Jesús al centro y guiados por su Espíritu; “siendo un nodo articulador y facilitador del intercambio de experiencias, reflexiones y preocupaciones entre organizaciones y comunidades laicales, impulsando acciones comunes para hacer parte de este camino sinodal”.
La realidad interpela a la Iglesia para que «se comprometa con las causas justas de transformación social no tanto como institución, sino desde el seno del pueblo,» asegura la Red Laical y esto implica entre otros temas, analizar una nueva perspectiva de los ministerios no ordenados que permitan enriquecer a la Iglesia a través de esa presencia activa y reconocida de los diferentes carismas que el Espíritu inspira e impulsa.
Se trata de reflexionar sobre un nuevo modelo sacerdotal alejado del clericalismo. Para la Red la convocatoria a una Asamblea Eclesial y luego al Sínodo es evidencia de ese soplo del Espíritu que ha de interpretarse como un don y tarea para toda la Iglesia. «Agradecemos a Francisco, porque con la propuesta de volver a la sinodalidad, se abren posibilidades de regenerar la vida de la Iglesia y al mismo tiempo de toda la sociedad». Así, consideran necesario que se complete ese anhelo de misión permanente promovido sin el suficiente alcance por la V Conferencia General del Episcopado en Aparecida, además de llevar a la plenitud el Concilio Vaticano II.
Participación y corresponsabilidad
Situación que supone la presencia de un laicado que actúe de manera corresponsable, es decir, consciente de la urgencia de «un proceso de cambio que debe producirse en la Iglesia y en el mundo» y que de acuerdo con los argumentos de la Red Laical pasa por la necesidad de anunciar entre los bautizados laicos, esa pertenencia al Pueblo de Dios, impulsando su participación en el proceso sinodal, con la plena conciencia de vivir un camino de conversión porque sus prácticas responden al favorecimiento del clericalismo que es necesario superar.
Actitudes que hacen parte de una cultura que empieza a desarrollarse en los procesos de formación de los hombres y mujeres que aspiran a la vida consagrada y que en palabras de la Red deben contar con «un fuerte acento sinodal para producir laicos que actúen como discípulos misioneros de una Iglesia abierta y en salida».
Sin dejar de apropiar la riqueza espiritual de nuestros pueblos, la Red Laical Latinoamericana aboga por un fortalecimiento eclesial de los laicos como seguidores de Cristo «profundizando en una espiritualidad propia de nuestra vocación laical y nuestros carismas».
Desmontar el clericalismo
Desde antes de 2022 tiempo que en que se presentó oficialmente la Red Laical Latinoamericana, sus integrantes entienden que «la sinodalidad es compartir, convencernos de la necesidad de la presencia del otro. Caminar juntos con todo lo que implica,» por eso, al pensar en la convocatoria al Sínodo, los integrantes de la Red Laical advierten la importancia de «edificar una Iglesia más horizontal en el sentido de una fe que se comparte y se vive en comunidad, donde nos ayudamos a vivir una conversión permanente y descubrimos la posibilidad de construir un “nosotros”, donde también el laicado pueda tener una libre expresión constructiva frente a las decisiones que se tomen, en y para la comunidad».
Para lograrlo invitan a «trabajar por la conversión de la actual estructura piramidal de nuestra Iglesia y al mismo tiempo ayudar a transformar la mentalidad de los hermanos que se han acostumbrado a ella».
Esto porque los integrantes de la Red Laical advierten en el documento, cierta inacción en el proceso sinodal que les parece muestra que existen obispos y sacerdotes que no comprenden el cambio por el que pasa la Iglesia o no saben cómo abordarlo, por lo que piensan que parte de la tarea es «ayudarlos a ser más cercanos y que conozcan y valoren la experiencia que los laicos están haciendo».
Trabajar para desmontar toda forma de clericalismo tanto en clérigos como en laicos es parte de la misión de la Red Laical porque, así como están los laicos que participan de esta conducta, también existe una gran cantidad de personas con la suficiente madurez en su camino de fe, listas para asumir los cambios profundos a los que nos invita la sinodalidad.
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Una actitud espiritual
En el caso de la Red Laical Latinoamericana sus miembros asumen como responsabilidad el ser puentes para que el pueblo de Dios hasta el último de los bautizados sienta la Iglesia como propia, tome la palabra y sea protagonista en las decisiones.
«Comprendemos que la sinodalidad no es un evento,» afirman, por el contrario, la valoran como una actitud espiritual en la que caminamos juntos, sin ninguna distinción o etiquetas para definir a «los de adentro” y “los de afuera”, ni llamar “alejados” a los que no comparten los mismos hábitos religiosos de los llamados “cristianos comprometidos”.
La Red Laical Latinoamericana confía en que lograremos expresar la sinodalidad, si nuestra práctica se orienta cada vez más hacia una Iglesia en salida y un trabajo en las periferias, que nos involucre más con el conjunto del pueblo y nos lleve a experimentar y hacer experimentar a otros el gozo de ser pueblo; porque su práctica está orientada la generación de una comunidad que está más allá de la fe, para asumir la regeneración del tejido social de los pueblos afectados en su mayoría por el individualismo y las ideologías.
Carta del Papa
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