La Comisión de Ecología Integral de Latinoamérica y el Caribe (CEILAC), ente adscrito al Centro de programas y redes de acción pastoral (Ceprap) del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, tiene todo listo para el lanzamiento de la “Ruta Laudate deum”, este 22 de abril en el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, a las 5:00 p.m. de Colombia.
Este lanzamiento podrá seguirse por las redes sociales del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam): FB live https://fb.me/e/4ZtUz6tIr y Youtube Celam TV https://youtu.be/a22E3iHEHbM como también en Asamblea Eclesial: FB Live https://fb.me/e/3kwsuZ0Th y Youtube Asamblea Eclesial Oficial https://youtu.be/lrgphm3SYUA.
Alirio Cáceres Aguirre, diácono permanente de la Arquidiócesis de Bogotá y asistente de Incidencia del Movimiento Laudato Si’ en el continente, ha explicado que la Ruta Laudate Deum es una iniciativa promovida por la CEILAC para que las organizaciones y redes territoriales integrantes puedan generar espacios de incidencia en busca del bien común en el FOSPA (Foro Social Panamazónico) y en las Cumbres mundiales de Naciones Unidas: COP16 (Colombia) sobre Biodiversidad, COP19 (Azerbaiyán) y COP30 (Brasil) sobre Cambio Climático.
Informó también que, para preparar el posicionamiento eclesial en estos escenarios internacionales, se planea realizar el III Simposio sobre Transición Energética Justa, el 7 de junio de este año, de manera presencial y virtual.
Un llamado a la acción
Cáceres apuntó que “la Ruta Laudate Deum integra la vivencia de la sinodalidad pues vamos a caminar juntos, tomando como referencia los argumentos científicos, éticos, políticos y espirituales que el Papa Francisco ha planteado en la exhortación apostólica Laudate Deum, dándole continuidad al mensaje de la Encíclica Laudato Si’”.
“Si bien es cierto que muchas de las culturas ancestrales consideran que la Tierra es madre, en la perspectiva cristiana, San Francisco de Asís la llamó ‘nuestra hermana, la madre tierra’ y siendo una obra creada por Dios tenemos la misión de salvaguardarla y custodiarla”, añadió.
Lo cierto es que la destrucción del planeta es “un problema que sigue agudizándose, no podemos ser indiferentes ante el clamor de la Madre Tierra y la creación de Dios”.
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