Entrada la cuarta semana del Sínodo 2021-2024, los padres y madres sinodales enfocan sus esfuerzos, acompañados por el Papa Francisco, en la redacción del Mensaje al Pueblo de Dios y el Documento de Síntesis.
María Cristina Dos Anjos Da Conceiçao es una madre sinodal venida de Brasil. Es la referente de Cáritas en su país y en América Latina. Siente una enorme responsabilidad de representar a las mujeres afro y campesinas, puesto que también desde la Comisión latinoamericana de mujeres y sociedad ha emprendido una lucha en defensa de sus derechos en todos los ámbitos, inspirada en los desafíos de la Asamblea Eclesial.
Agradece a Dios por esta oportunidad de compartir en el aula Pablo VI “en un clima de comunión y construcción colectiva de esa Iglesia que queremos ver en el futuro”. Espera que sigan los espacios de participación y “nos permita construir aquello que necesita la Iglesia”.
Vivir el Evangelio
Mons. Juan Carlos Bravo Salazar, obispo de Petare (Venezuela), es el primer titular de esta jurisdicción, en el corazón de Caracas y una de las barriadas más grandes de latinoamérica. En primera instancia, agradece a Dios por estos días de encuentro “del cuerpo Místico de Cristo” representado en todo este pueblo de Dios que “camina, peregrina y quiere vivir cerca del Evangelio de la opción por Jesús y el Reino”.
Una opción por Jesús que se ve reflejada en el compartir diario con hermanos de todo el mundo con el “deseo de seguir caminando juntos” y construir una Iglesia donde todos somos el cuerpo de Cristo en los nuevos horizontes y escuchando los signos de los tiempos.
Leonardo Lima Gorosito es un laico uruguayo. Él mismo ha asegurado que tiene “tiene la bendición de poder ir viendo de alguna manera cuál es el proceso, cuál es la manera como el Espíritu está hablando entre las personas” en su calidad de facilitador del Sínodo.
Se vive “un verdadero kairós”. Sentados en mesas redondas, vinculándose en relación fraterna con “mucho cariño y apertura” entre los participantes. “Es el soplo del Espíritu”, por supuesto, “con sus altos y bajos en el sentido del cansancio que todos los humanos podemos vivenciar”, aclara.
Con todo y el agotamiento físico de estas cuatro semanas “el Espíritu se ha mantenido y se ha sostenido por parte de todos en los distintos círculos menores en los que hemos podido participar y estar”. Este facilitador asegura que en la Pablo VI se respira fraternidad y respeto gracias a la conversación espiritual.
Experiencia edificante
Monseñor Pedro Luis Fuentes Valencia es obispo auxiliar de La Paz desde 2022. El sínodo ha sido “una experiencia edificante”, porque “han surgido muchas temáticas que nos preocupaban y de las cuales estamos hablando”.
También destaca que los participantes han vivido la universalidad de la Iglesia, porque “estamos seguros que el Espíritu Santo ha estado aquí”. Un grito a voces que cada padre y madre sinodal han expresado con recurrencia, de “esas cosas bellas” que se viven en Roma y cada uno espera llevar a sus países de origen.
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