Este 8 de marzo, la Conferencia Episcopal de Costa Rica se une a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, expresando su profundo afecto, respeto y admiración hacia todas las mujeres. Este día no solo conmemora las luchas históricas de las mujeres por la igualdad, sino que también es una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan en la sociedad costarricense.
La contribución de las mujeres a través de obras sociales, organizaciones humanitarias y su servicio a la educación y transmisión de valores es elogiada. No obstante, “no siempre se reconoce su trabajo, o queda invisibilizado, y se enfrentan a distintas formas de discriminación, violencia, pobreza, desempleo, inseguridad”. En este contexto, se resalta la situación particular de las mujeres “jefas del hogar” en Costa Rica, liderando el 46.3% de los hogares sumidos en la pobreza.
Equidad y participación activa en la Iglesia
El mensaje episcopal llama a la equidad, instando a que las mujeres tengan «la oportunidad de hablar y ser escuchadas, de compartir equitativamente las responsabilidades en el hogar y la familia, de tomar parte en las decisiones que las afectan directamente». Se hace hincapié en la necesidad de políticas públicas claras y focalizadas en atender las necesidades de las mujeres, especialmente aquellas en “situaciones de vulnerabilidad”.
La Iglesia, según el mensaje, busca respaldar sus convicciones de fe con acciones concretas a favor de las mujeres. Se reconoce la labor de las religiosas en los sectores más desfavorecidos, la dedicación de las mujeres en servicios eclesiales y la evangelización en el ámbito familiar. La Iglesia reafirma su compromiso de promover una Iglesia donde hombres y mujeres dialoguen «sin subordinación, exclusión ni competencia» (Síntesis de la Asamblea Sinodal, 9 h).
En este sentido, se alienta a las mujeres a contribuir al proceso sinodal, brindando sus perspectivas para «comprender mejor la profundidad del designio de Dios, en que aparecen juntos como protagonistas». La Virgen María, mujer de Nazaret, es invocada como intercesora, y se anima a seguir el ejemplo de mujeres valientes que han dejado una huella significativa en la historia.
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Dignidad inspirada en la Escritura
Inspirados por la Sagrada Escritura, específicamente el libro de Rut, que destaca la virtud y la solidaridad entre mujeres viudas, el mensaje episcopal resalta la importancia de reconocer la dignidad de las mujeres, un principio que Cristo mismo proclamó a lo largo de su ministerio.
San Juan Pablo II es citado, destacando el papel de Cristo como «promotor de la verdadera dignidad de la mujer y de la vocación correspondiente a esta dignidad» (Mulieris Dignitatem n° 12). Además, se enfatiza la conexión especial de la mujer con la Santísima Virgen, quien representa «la cercanía de Dios a las expectativas de bondad y ternura de la humanidad herida por el odio y el pecado» (Audiencia general, miércoles 6 de diciembre de 1995).
El mensaje de la Conferencia Episcopal de Costa Rica es un llamado a la dignidad, la igualdad y el reconocimiento de la valiosa contribución de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. La Iglesia se compromete a seguir respaldando a las mujeres y promover una comunidad donde hombres y mujeres puedan “caminar juntos tras de Cristo”.
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