Tras la solicitud del gobierno panameño a la Iglesia de mediar en el conflicto social y político, que vive el país centroamericano a raíz de las protestas por el aumento de los combustibles y alimentos, inició una fase en el que los obispos y agentes de pastoral social, abanderados por don José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, tienen un rol clave.
De hecho, la Iglesia aceptó ser facilitadora para tratar de superar la difícil situación que atraviesa el país, lo que “no sólo ayudará a resolver la difícil situación coyuntural que se está viviendo sino, sobre todo, a iniciar un proceso de cambio estructural que realmente haga de Panamá un país más justo y equitativo”, según ha informado la propio arquidiócesis de Panamá.
¿Bajo qué condiciones aceptó?
Para ser mediadora, la Iglesia lo hizo bajo estas condiciones y principios:
- Diálogo en una mesa única.
- Consensuar una agenda única por parte de todos los actores.
- Un proceso dividido en etapas, primero la urgente, para superar la coyuntura actual y, posteriormente, un diálogo más profundo para delinear el camino de transformación del país que haga de él un Panamá más justo y equitativo.
- Los actores de la primera etapa deben ser los grupos que han expresado su malestar y descontento a través de acciones en las calles y vías del país y, en la segunda etapa, los actores serían los representantes de todos los sectores de la sociedad.
- Comenzaría su labor, como todo proceso de facilitación exige, una vez que TODOS LOS ACTORES, la acepten oficialmente junto a las condiciones que ha puesto para realizar su papel.
Cronología de la mediación
La Iglesia panameña hizo pública su participación como mediadora este 14 de julio. De hecho, el 15 se reunió con algunos líderes sindicales, con la Alianza Pueblo Unido por la Vida, con Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (ANADEPO).
Ese mismo día a través de representantes de la Iglesia Católica en la Diócesis de David, con líderes de la Comarca Gnobe Buglé.
“Con todos ellos se analizó la realidad que está viviendo Panamá, escuchamos sus condiciones para dialogar y nosotros expusimos los principios arriba expuestos para proseguir con nuestro papel de facilitadores, dándose una gran coincidencia con todas las partes”, señalaron desde la Diócesis de Panamá.
Por ahora, el equipo mediador, conformado por agentes de Cáritas y asesores de la arquidiócesis de Panmá, aguardan “la respuesta oficial de cada grupo sobre su aceptación de nuestro papel de facilitadores para iniciar los trabajos”.
“La Iglesia, como lo ha venido haciendo hasta ahora, incluso en estos momentos, seguirá poniéndose siempre del lado de los más sencillos y vulnerables”, finalizaron.
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