ADN Celam

Congreso Eucarístico Internacional: Testimonios de fe que animan a vivir la fraternidad con los más necesitados

Testimoniar la fe y vivir la fraternidad con el hermano que sufre. Fueron las coincidencias que unieron a algunos de los participantes que, durante la semana del 8 al 15 de septiembre, participaron del Congreso Eucarístico Internacional, organizado por la Iglesia católica de Ecuador, con el tema: “Fraternidad para sanar el mundo” e iluminado por la frase bíblica “Ustedes son todos hermanos” (Mt 23,8).

Fue un espacio donde se evidencio el diálogo y el compartir de experiencias. Con una participación de 6 mil personas, en representación de más de 57 países de los continentes, los participantes pudieron vivir momentos de oración, adoración, celebración, reflexión, cultura y comunión fraterna.

Tras concluir días de intensas jornadas, ADN Celam le tomó el pulso a algunos de los participantes, quienes compartieron sus principales experiencias de fe en lo vivido durante  el Congreso. Entre los países participantes estuvieron: México, Brasil, Colombia, Chile, República Dominicana, Perú, Venezuela, Australia, Congo, Roma, Guinea Ecuatorial, Taiwán, entre otros.

Fortalecimiento de vínculos con la Iglesia

Desde el país convocante, Ecuador, Fabricio Carrillo, expuso que todo lo vivido en el congreso a través de los panelistas, la oración y la Eucaristía le ha dejado una huella marcada en su corazón y un sentimiento de fortalecer los vínculos con la Iglesia y los más necesitados, los pobres y marginados, aprendizajes que dijo también los extenderá en su campo como docente.

De todo lo aprendido, observó que la fraternidad es algo para poner en la práctica, no es solo un argumento, sino algo que hay que llevar a la praxis diaria y esto indicó ayudará a crecer como persona. “Somos hermanos y estamos llamados a vivir la fraternidad, un momento único dentro de la Iglesia, que tiene que ser una huella que marque el icono de grandes instantes en los que podamos compartir como hermanos, como bautizados y como creyentes”.

Vivir la comunión plena con Jesucristo

De otra parte, el padre Mario Alberto Pradilla, de la diócesis de El Espinal, al recordar que el lema de la pastoral sacerdotal “Caminando junto hacia la unidad, la fraternidad y la santidad”, dijo que este se hace real y no es una utopía en la medida que se vive en una comunión plena con Jesucristo, reconociéndolo en la Eucaristía, pero también reconociendo ese valor del misterio que Dios les ha confiado.

A esto agregó: “Tenemos que ser portadores de esperanza y hacer visible el amor de Dios en ese gran ministerio que el Señor nos ha confiado a través de la Iglesia. Seguimos orando, seguimos caminando en la unidad y la santidad y que esa cercanía nos ayuda a sanar tantas heridas en el presbiterio para que vivamos como hermanos”.

Vivencia de una experiencia espiritual

Elvia Dagua, dirigente de la comunidad ancestral del Pindo, originaria de la tribu del Puyo, estuvo presente durante el Congreso como expositora artesanal y actuó en representación del vicariato apostólico del Puyo.

Una persona que expresaba en su rostro mucha alegría, nos compartió que su presencia fue una oportunidad para exponer el arte, la cultura y trajes de sus ancestros, pero también un espacio donde se ofreció una muestra de las artesanías que desde su comunidad se elaboran.

Esta dirigente indígena, expuso que el Congreso le permitió vivir una experiencia espiritual muy importante. Así también destacó la posibilidad de diálogo que entabló con varios representantes de la Iglesia venidos de diferentes partes del mundo. “Les hemos presentado lo que somos porque en la Amazonía hay diversas culturas y expresiones artísticas. Nosotros usamos las semillas de la Pacha mama para fabricar nuestras artesanías y esto forma parte de la economía familiar”.

Resaltar el valor del Sacramento de la Eucaristía

Para Marlene Marcial, ecuatoriana consagrada, su experiencia fue muy linda de reconocer con admiración, por lo que expresó su gratitud a los organizadores. Resaltó el valor del sacramento de la Eucaristía, expresado a través del pan y el vino, este, dijo, “nos alimenta espiritualmente cada día y nos da fortaleza animándolos a continuar caminando”.

De otra parte, rescató la alegría del encuentro que vivió al compartir con otras personas de diferentes países del mundo, “el encuentro, el compartir una misma fe y un mismo amor a Dios, nos hace más fuertes y nos demuestra el amor que Dios tiene por nosotros».

 

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Hacernos pequeños y escuchar más a Dios

Por su parte la educadora australiana Lucy Hayward, afirmó que está viviendo un tiempo maravilloso, dijo haber aprendido de monseñor José Ignacio Munilla como se puede amar más por medio del Evangelio. “Aprendí que debemos hacernos pequeños, no pensar en ser mejores que los demás y escuchar más a Dios, debemos mirar al enemigo a los ojos como Jesús”.

Afirmó que la gente que causa dolor necesita compasión, porque la mayoría de las veces estas personas están tentadas por el enemigo para hacer lo que hacen y agregó que a través del Evangelio se puede aprender a amar. “Donde yo trabajo la gente quiere aprender a amar. Cuando la gente ama se acerca a Dios».

Asimismo, dijo que lo aprendido en el Congreso lo pondrá en práctica en su hogar y su trabajo, por lo que se mostró agradecida por la experiencia y los conocimientos adquiridos.

La Eucaristía debe llevar a la acción

Por su parte monseñor Lizardo Estrada, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), agradeció el desarrollo de este Congreso. Resaltando los valores que desde pequeño recibió de su familia, donde la Eucaristía era lo central y la experiencia de fe en Jesús eucaristía que se fue extendiendo a lo largo de sus estudios en el seminario.

El también obispo auxiliar de Cusco en Perú, dijo que es importante siempre tener un espacio de adoración con Jesús presente en cuerpo, alma y divinidad. «Ese alimento es la fuerza máxima que todo católico puede recibir». Expresó que, la Eucaristía debe llevar a la acción, es decir, realizar obras que permitan ayudar a los pobres, encarcelados, a los enfermos, a aquellos que necesitan de una ayuda.

«La Eucaristía es Jesús mismo que nos hace llegar a esa intimidad, pero también nos llega a él a través del más necesitado como él mismo nos lo ha dicho. Ser samaritano, cercano, sensible y ser cuidadores de todos”, apuntó.

“El amor es el fundamento de la vida”

Justina Okomo, de Guinea Ecuatorial, es adoradora y presidenta del movimiento Sección san Antonio de Padua, en la parroquia San Valentín Obispo, ella expresó su alegría de haber participado en este Congreso y anticipó que se llevará la información a su país para compartirla y ponerla en acción.

Dijo además que, es importante que todas las personas se amen como Jesucristo lo pide, asegurando que el amor es el fundamento de la vida de toda persona.

La familia como Iglesia doméstica

El padre Alexander Parra, de la diócesis de El Espinal nos compartió su testimonio, siendo muy enfático en señalar que, es el momento para decirles sí a las familias, pues son la Iglesia doméstica, por ello hay que visitarlas y apropiarse de esa realidad en la que se debe construir una nueva sociedad. Por tanto, asintió en decir que, el Congreso le ha llenado las expectativas y le ha dejado propuestas para ayudar a transforma el mensaje a las familias.

El sacerdote vino acompañado de su obispo, monseñor Miguel Fernando González Mariñon y de un grupo de sacerdotes de esta Jurisdicción eclesiástica, ubicada en el departamento de Tolima.

Rescatar la fraternidad de lo compartido

Venido de Colombia, Jesús Rangel observó que se lleva para su trabajo y para su entorno diario una experiencia bonita de lo vivido, sobre todo el sentido de fraternidad. Resaltó la fraternidad que sintió con las personas que compartió durante los días del Congreso. “Fue algo hermoso donde nos pudimos encontrar entre diferentes culturas, lugares y experiencias de fe.

Por otra parte, destacó las enseñanzas, los testimonios, la experiencia de fe y sobre todo la invitación a vivir la gracia del amor y del perdón, “eso es algo que me ha impactado muchísimo y me siento muy feliz de haber participado, de haber vivido esta experiencia en estos días de Congreso”.

Compartir con mi gente esa experiencia de amor

El joven oriental, Chih Chieh Chen, quien llegó al Congreso con dos grupos provenientes de Taiwán, llamó la atención de muchos de los asistentes, quienes deseaban tomarse fotos con él. A partir de su vivencia en estos días, el chico expresó sentirse feliz de haber podido visitar este país ecuatoriano y participar en el Congreso Eucarístico.

“Estoy muy feliz de participar en el 53º Congreso Eucarístico Internacional, tengo muchas expectativas sobre el congreso, estoy muy contento de recibir a Jesús en el corazón y cuando vuelva a Taiwán espero poder compartir con la gente ese amor y esa experiencia de recibir a Jesús en el corazón», afirmó.

Compartir y sensibilizar frente a lo aprendido

Sonia Dolores Cuenca, directora de redes escuelas y colegios católicos en Guayaquil, explicó que desde su rol como educadora es muy importante la pastoral, de la cual hace parte en la arquidiócesis. Allí, indicó que, se vivencian y enseñan a los 12 mil niños y jóvenes la parte espiritual a través de actividades.

En este sentido, dijo que con todo lo aprendido en el Congreso, es su deseo llevarlo a estudiantes y colaboradores que son más de 800 para socializarlo. “Será algo maravilloso poder compartir con ellos y sensibilizar todo lo que hemos aprendido aquí”

Expuso que la delegación que ha participado en el Congreso es bastante grande, entre los que se encuentran coordinadores pastorales, de la oficina central y entre todos dijo “podremos llevar este mensaje a todas las familias de nuestras comunidades educativas”.

Fortalecimiento del trabajo con la familia

El padre Juan Carlos Rojas, de la diócesis de El Espinal en Colombia, expresó que se lleva la invitación urgente de trabajar en un apostolado intenso con las familias y jóvenes. A esto agregó que, la tarea es dejarse robar el corazón de Cristo, para poder también robar el corazón especialmente de los jóvenes y las familias.

Recordemos que el Congreso Eucarístico concluyó este domingo 15 de septiembre, en la ciudad de Quito, con una eucaristía celebrada en la esplanada parque Bicentenario y presidida por el cardenal Baltazar Porras, Legado Pontificio para el Congreso Eucarístico Internacional, quien al concluir la misa anunció que Sídney, Australia, en 2028 será la próxima sede del Congreso.

 

Fotos: Cortesía oficina de comunicaciones del Congreso Eucarístico Internacional

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