Este 24 de enero se conmemora el Día Internacional de la Educación. Desde Venezuela, el movimiento Fe y Alegría ha propuesto un pacto social, bajo el nombre “Alianza por la educación” frente a las “tantas carencias” que sufre este sector en el país.
Manuel Aristorena, sacerdote jesuita y director nacional Fe y Alegría, lanzó esta propuesta para buscar soluciones ante los problemas que atraviesa el gremio, por ejemplo, más de 160.000 docentes han abandonado su labor entre 2018 a 2021.
El sacerdote señaló que un 60% pasó a ejercer una actividad lucrativa, mientras que un 40% emigró del país; es que en Venezuela un docente gana al mes 6 USD a la tasa de cambio oficial del Banco Central, controlado por el propio gobierno.
Grave situación
Por ello, esta fuga de talento es la mayor pérdida y el problema más grave que tiene el sistema educativo venezolano. A esto se suma la baja de nuevos docentes.
Mientras que en 2000 la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) formaba el 62% y otras universidades privadas el 32%, 22 años después estas cifras han menguado – explica Aristorena – porque “la profesión de docente ya no es atractiva para los estudiantes”.
“En la UCAB (Universidad Católica Andrés Bello) en el 2021 solo se inscribieron 400 estudiantes en las ocho menciones de educación que imparte la universidad”, acotó el jesuita.
Por ello, acompaña a los maestros venezolanos en sus justos reclamos, puesto que “sin maestros no existirían las demás profesiones” y ha pedido se respeten dos derechos fundamentales: “el acceso a la educación de calidad y el del salario digno para los maestros”.
En el horizonte de Sobre el pacto social
En cuanto a la propuesta que ha hecho de un pacto social “Alianza por la educación”, el presbítero explicó que Fe y Alegría pone a la orden sus 68 años de trayectoria como “modelo educativo en educación popular, centrado el prototipo de una escuela necesaria de calidad”.
Es una propuesta “en construcción» para aunar “esfuerzos e iniciativas conjuntas”, por lo que “se plantean diálogos con el mismo Ministerio de Educación, Asociación Venezolana de Educación Católica, ONG, gremios, empresarios, universidades, sociedad civil, comunidades, estudiantes y familias”.
“No es para quedarnos en los cubículos de las oficinas de Fe y Alegría, es para todo el país”, por consiguiente, “ya basta de ver problemas”, pues “a Fe y Alegría esto no le paraliza ni le deprime, y debemos entender que este proceso hay que actuar con la actitud de dar y recibir”.
Cuentan con un amplio trayecto de la práctica educativa y ofrecen propuestas de formación del personal en las áreas de pedagogía, gestión y formación en valores.
Además cuentan con un ecosistema de medios para la educomunicación como la revista Movimiento Pedagógico, la red de emisoras de la Red Nacional de Fe y Alegría y más de 300 puntos de procesos educativos en toda la geografía nacional.
Aristorena ha pedido no dejar solo en esta tarea al Ministerio de Educación e invitó “a alcanzar lo inalcanzable”, porque “un niño sin educación es un problema de todos”.
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