Monseñor Guadalupe Torres Campos, obispo de Ciudad Juárez expresó su dolor y cercanía en la oración con los familiares de quienes este 11 de agosto fallecieron en hechos violentos tanto en la sede del Cereso como en otros acontecimientos en las calles de la capital del estado de Chihuahua que ahora son materia de investigación.
«Ofrezco mis oraciones personales y las de la comunidad católica por su eterno descanso y por el consuelo y la paz de quienes sufren directamente su partida,» se lee en el documento en el que afirma que estos hechos revelan la lógica sin sentido de la violencia que siembra dolor y tristeza en un gran número de familias de Ciudad Juárez.
Mons. Guadalupe confía en que como sociedad, encontrarán caminos comunes para reconstruir el tejido social de la comunidad que les conduzca a una paz estable y duradera. Por ello, invitó a los residentes de Ciudad Juárez a que en el día a día se comprometan haciendo el bien que está a su alcance, asumiendo la responsabilidad que le corresponde a cada uno desde su condición de ciudadanos, creyentes o autoridades civiles; porque la violencia no hace otra cosa que generar más violencia y como San Pablo invita «No podemos dejarnos vencer por el mal; al contrario, vencer el mal con bien».
Trayendo a la memoria las palabras del Papa Francisco durante su visita a Ciudad Juárez en 2016, el prelado apela a la bondad de los ciudadanos para superar esta situación de violencia, porque bien lo dijo el Pontífice: «Siempre hay posibilidad de cambio, estamos a tiempo de reaccionar y transformar, modificar y cambiar, convertir lo que nos está destruyendo como pueblo, lo que nos está degradando como humanidad«.
Iglesias unidas trabajarán por la paz
La Iglesia mexicana no cesa en sus esfuerzos de invitar a la reflexión y de hacer efectivo el llamado de Monseñor Rogelio Cabrera, presidente del episcopado de sentar un pacto por la paz. De hecho, un día antes de los acontecimientos de Ciudad Juárez representantes y líderes de las diversas Iglesias cristianas y evangélicas, sostuvieron un encuentro en el que expresaron su preocupación por la paz y el bien de México, algo que nace del amor a Dios que comparten unida a la convicción de que juntos podrán contribuir eficazmente a mantener la esperanza activa por la paz, de ahí su propuesta de cinco acciones que sin importar el credo, podrán contribuir a la construcción de la paz en el país si se ponen en práctica.
La primera de ellas es orar de manera permanente por la paz en México, en segundo lugar, está el hacer conciencia en las comunidades de que la paz es un don de Dios que se recibe y se trabaja, esto implica entender que cada vida es sagrada y a nadie le es lícito privar de la vida o de la libertad a otro semejante.
En tercer lugar, mantenerse unidos en el diálogo, fortaleciendo la colaboración y acción común entre las iglesias, exhortando conjuntamente a las autoridades a encontrar mejores y más eficaces estrategias de seguridad que garanticen la paz social. Finalmente se trata de trabajar en favor de todas las formas de justicia, solidaridad y amor al prójimo firmes en la esperanza de que es posible cambiar y lograr la reconciliación.
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Los hechos
La fiscalía general del Estado de Chihuahua informó este 11 de agosto que el Centro de Reinserción Social número 3 del Cereso, fue escenario de una riña entre reclusos de dos pandillas rivales lo Mexicles y los Chapos, una de las cuales presuntamente estaría relacionada con el Cártel de Sinaloa.
Si bien, el conflicto se controló se reportó la muerte de tres personas buscan. Al parecer los internos portaban armas de fuego con las que se atacaron. Después de los disturbios se denunciaron incendios y ataques en distintos lugares de la ciudad que dejaron 20 personas con lesiones.
Los reportes mostraron el incendio de algunos locales comerciales que fueron el centro de ataques con bombas molotov pese a estar ocupados por el personal y los clientes que allí se encontraban. Además de los ataques a los comercios la secretaria de seguridad pública municipal confirmó el hallazgo de una cabeza humana y se denunciaron ataques a estaciones de gasolina, balaceras en las que resultaron heridos un niño de 12 años y un adulto.
Aunque se ha señalado que estos hechos podrían estar relacionados con la riña del Cereso, se trata de una versión no confirmada.
Una jornada violenta que al final dejó 11 muertos y la cancelación de las clases en los principales centros educativos este viernes, mientras que María Campos, gobernadora de Chihuahua solicitó a las autoridades la realización de los operativos necesarios que permitan revelar los móviles de los acontecimientos y el restablecimiento del orden. «En Chihuahua queremos vivir en paz» afirmó la funcionaria al anunciar que las autoridades trabajarán unidas para evitar que grupos al margen de la ley intenten controlar la vida de sus habitantes.
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