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Campaña Laudato Si: «Organizarse para movilizar y sensibilizar, especialmente al mundo religioso»

El cuidado de nuestra casa común es una de las agendas prioritarias de la Iglesia católica, especialmente tras la encíclica Laudato Si’, que este mes de mayo cumple 8 años de su publicación. Uno de los frutos de esta encíclica es el Movimiento Laudato Si’, que gana cada vez más adeptos, incluso entre quienes no se dicen católicos.

 

Campaña Laudato Si a partir de la película “La Carta”

La Campaña Laudato Si’ surgió en Brasil a partir de un diálogo entre el Movimiento Laudato Si’, la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil) y la REPAM (Red Eclesial Panamazónica) con el auge del estreno de la película «La Carta», según Eduardo Nischespois.

Cuenta que, tras este proceso inicial, «acabamos incorporando otras iniciativas que ya estaban previstas», siendo la difusión de la película «la gran estrategia base de la campaña, y para ello la estructuramos en tres periodos de movilización: la Semana Laudato Si’, el Junio Verde y el Tiempo de la Creación«. Según Eduardo Nischespois, «cada uno de ellos tiene una línea de actuación más específica». La Semana Laudato Si’ está marcada por la presentación de la encíclica y la incidencia política, Junio Verde tiene como objetivo la educación y la sensibilización socioambiental, y el Tiempo de la Creación tiene una apelación al diálogo interreligioso, al diálogo ecuménico.

 

Discutir la agenda ecológica

Una Campaña que «aprovecha el momento histórico que estamos viviendo, que es muy favorable para esto, que viene del Magisterio del Papa Francisco, que nos presenta innumerables posibilidades, pero también se suma a iniciativas de muchas otras organizaciones que también quieren discutir la agenda ecológica y organizarse para la movilización y la concientización, principalmente del universo religioso«, según Gabriela Consolaro Nabozny. Insiste en que la Campaña «no tiene un límite para terminar, sino que entra en un cronograma de celebración de los 10 años de la encíclica Laudato Si en 2025, y también de los 800 años del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís en 2025».

«El Movimiento Laudato Si’ a nivel mundial se está articulando para celebrar estos momentos con algunos enfoques de aumentar la capilaridad del Movimiento, de más actividades en las comunidades, de fomento de liderazgos, y nosotros aquí en Brasil también vimos una posibilidad a partir de la película ‘La Carta’, de juntarnos con otras organizaciones que se han abierto a este diálogo y hacer un gran movimiento, un gran camino de sensibilización para prepararnos para estas fechas que sabemos que son vértices para la Iglesia de Brasil, que vuelven los ojos de los líderes para querer saber más y comprometerse», algo que fue presentado durante la 60ª Asamblea General de los Obispos de Brasil, que fue definida como muy fructífera.

 

Cambios, transformaciones, resignificaciones

Todas estas perspectivas que señala el Papa, que «exigen una serie de cambios, de transformaciones, de resignificaciones«, se dan de diferentes maneras, según Eduardo Nischespois. Con relación a Laudato Si’, «no es diferente, en muchos lugares tiene mayor receptividad, capilaridad, la Iglesia local ya toma posiciones, posturas, decisiones, inspiradas y basadas en Laudato Si’. Tenemos diócesis que tienen políticas de desinversión, que tienen políticas de implementación de sistemas energéticos sostenibles fruto de esta discusión, que tienen procesos de formación con agentes de pastoral. Pero también tenemos obispos que muestran que todavía no se han incorporado, no se han dejado llevar por el espíritu que nos trae la Encíclica», afirma.

Insiste en que «la receptividad se da de muchas maneras», pero dice que «Laudato Si’ es quizás uno de los documentos que más diálogo ha tenido con el universo no necesariamente cristiano, católico o religioso. Abre puertas para el debate con la academia, con los movimientos sociales, con diversos grupos de investigación. Y nuestra campaña también tiene algo de este atractivo, de intentar tender puentes de diálogo con personas que no son necesariamente del mundo religioso, cristiano, católico, sino que, como dice el Papa en esta encíclica, se dirige a personas de buena voluntad, y hay muchas personas que están comprometidas en esta lucha».

De ahí el deseo de «establecer relaciones con estos grupos, ya hay más de 20 organizaciones o instituciones que están apoyando la Campaña desde dentro del universo religioso y también desde fuera de él, y queremos ampliar esta red y construir un trabajo de difusión, de estructuración de propuestas, de planes de proyectos de incidencia política para ir construyendo también posibilidades de macro transformaciones».

 

Ecología, una responsabilidad asumida por los jóvenes

«El reclamo ecológico es una agenda muy presente en los jóvenes de hoy, y todos los jóvenes se vuelcan a las preocupaciones ambientales, incluso como una cuestión generacional. Somos la última generación que puede salvar el Planeta, dice una frase de nuestro material», afirma Gabriela Consolaro Nabozny. Insiste en que «esta responsabilidad es sentida muy fuertemente por los jóvenes de hoy, y la Iglesia Católica muchas veces se distancia de estos mismos jóvenes cuando no da acogida a personas específicas, cuando no está dispuesta a discutir las muchas necesidades de los jóvenes, muchos jóvenes negros, periféricos, mujeres, LGBTIQ+, a las que la Iglesia Católica no accede».

«Frente a estas muchas ausencias que la Iglesia ofrece, discutir la agenda ambiental puede ser una forma de mostrar que hay posibilidad de diálogo, al menos desde esta perspectiva», destaca. Por ello, subraya que «la Campaña Laudato Si’ viene muy en esta dirección, pero no sólo. También hay una carencia de la propia Iglesia en la discusión de Laudato Si’, que es un itinerario formativo del Papa Francisco que nos orienta a pensar que hoy la fe católica debe ser vivida desde la preocupación medioambiental».

Gabriela muestra que «la Campaña, además de querer abastecer, de ayudar en la comprensión de que la conversión hoy también debe ser ecológica, también tiene como objetivo llegar a personas que muchas veces se sienten repelidas por la Iglesia, lamentablemente, pero que pueden ser tocadas por el compromiso ecológico, que desde San Francisco de Asís es una agenda latente, pero que con el Papa Francisco se reinventa y se fortalece».

 

Dialogar con quien no está en la Iglesia

Durante su vida universitaria, Eduardo compartió piso con otras personas, y todos eran ateos, algo que se repite entre la mayoría de sus amigos. Personas con una visión de las cosas que se basa en lo que es más común conocer, percibir con respecto a la Iglesia. El joven destaca que «cuando hay una posibilidad de diálogo en la perspectiva de incluir, de insertar, de involucrar en la discusión, en los momentos en que he tenido conversaciones a partir de Laudato Si’, es como si la gente se sintiera parte de ella». Dijo que «este aire que el Papa Francisco sopla en la Iglesia, si nosotros como Iglesia lo empujamos, llega a lugares y diálogos con personas que no están y probablemente no estarán en la estructura de la Iglesia«.

Por eso Nischespois sostiene que «Laudato Si’ es otro de esos instrumentos que realmente facilitan el diálogo, abren la conversación, insertan a la gente». De hecho, considera como una cuestión importante de la Campaña Laudato Si’, que «por primera vez, implantamos en la Iglesia de Brasil de forma sistemática, sistematizada y con objetivos específicos, una campaña sobre Laudato Si’. Tiene acciones concretas, orientaciones específicas, objetivos, entrega materiales, ofrece apoyo«. En cuanto a los llamamientos, Eduardo opina que «van más en la dirección de sistematizar experiencias».

«En Brasil ya se están haciendo muchas cosas, y esta campaña va a movilizar para que se hagan muchas otras«, buscando que esto se fortalezca, se amplíe y movilice a aquellos que aún no se han sentido tan llamados a trabajar con estos temas. El joven relata lo que se está haciendo en la Pastoral de Ecología, en la Comisión de Ecología Integral y Minería, las Redes que se están creando ahora de las cuencas hidrográficas, un trabajo inspirado en Laudato Si’ y que busca crear una organización de conjunto.

 

Evangelización en la perspectiva ecológica

Gabriela Consolaro Nabozny habla de responder a dos desafíos: entender que el ejercicio de la fe, la evangelización, la conversión, se sitúa en una perspectiva ecológica. Insiste en que «hablar de ecología integral no es separar una experiencia de fe de un compromiso socioambiental». El Papa Francisco nos insta a reflexionar que es la misma cosa, y esta reflexión sigue siendo muy importante y necesaria en la Iglesia de Brasil, y la Campaña Laudato Si es una herramienta para ayudar a desarrollar esta idea».

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Junto a esto, la joven ve como segundo compromiso «profundizar en la responsabilidad, tanto de las comunidades como de las personas implicadas en la reflexión medioambiental. Llevamos esta discusión un paso más allá, porque los cambios individuales, puntuales, son importantes al principio, pero tienen que estar conectados con propuestas de cambios estructurales», algo que dice el Papa Francisco. Dos caminos que fortalecer desde la Campaña que son muy importantes para que pensemos a partir de ahora.

 

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