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CELAM busca un cambio generacional en el pensamiento social de la Iglesia

El III Congreso de Doctrina Social de Iglesia que se realizará en abril próximo intentará ser un nuevo ejercicio de sinodalidad y buscar nuevas respuestas a la realidad cambiante de hoy a partir de principios perennes que provienen del evangelio.

El Centro de Gestión del Conocimiento del CELAM, que organiza este encuentro, ve complementaria esta actividad con la Asamblea Eclesial de 2021, en un contexto de fuertes crisis en el continente, similar a la historia de 1991 y 2006 cuando se realizaron los anteriores congresos.

Este nuevo congreso está en sintonía con el décimo aniversario del pontificado del papa Francisco que impulsa los cambios pendientes del Concilio Vaticano II.

Al cierre de esta nota, y cuando aún resta un mes y medio, las y los inscritos pera el III Congreso de Doctrina Social de la Iglesia, ya superaban las 400 personas, sobresaliendo, según información de los propios organizadores, el segmento etario de los 31 a 40 años de edad. Esto pone muy alegre a Guillermo Sandoval Vásquez, director del Centro de Gestión de Contenidos del CELAM, pues el convocar a una nueva generación que estudie y difunda el pensamiento social de la Iglesia en la sociedad, es el principal reto que se han impuesto como organizadores en esta oportunidad.

El encuentro tendrá lugar presencialmente en Bogotá del 21 al 23 de abril próximo, pero también tendrá una amplia cobertura virtual para facilitar la participación.

“Es un congreso abierto y amplio donde van a participar sacerdotes, religiosas y religiosos, laicas y laicos pero apuntamos más los adultos jóvenes para que estos sean quienes formulen sus ponencias. Los mayores hemos estado mucho tiempo en esto y se requiere un cambio generacional pues queremos que gente más joven asuma la responsabilidad de ir construyendo el pensamiento social de la Iglesia”, afirmó Sandoval a Religión Digital.

El director, de vasta experiencia y militancia eclesial en la Iglesia chilena como laico, es periodista, magíster en Doctrina Social de la Iglesia, que también tuvo un rol crucial tras bambalinas en la Asamblea Eclesial de 2021, pues su Centro generó acabadas y genuinas síntesis con los aportes de miles de personas de todo el continente. Hoy asume por encargo de la presidencia del Celam un nuevo reto: impulsar el pensamiento social de la iglesia a partir del magisterio del papa Francisco, que cumple en estos días 10 años.

“Francisco ha renovado el pensamiento social de la Iglesia”, afirma Guillermo Sandoval. Y hace el recuento: “Si uno mira en Evangelii Gaudium, la relación con Dios y la consecuente renovación de la mirada en lo pastoral: luego Laudato Si´, con el pensamiento de la ecología integral, y Fratelli tutti, acentuando la relación entre las personas y entre las sociedades, más la forma de estructurar la sociedad, son todas ellas una actualización de la doctrina social de la Iglesia”.

El gran cambio

Y añade: “pero el actual proceso sinodal, es quizás el más grande cambio dentro de la Iglesia después de Vaticano Segundo, porque implica que todas las personas bautizadas se reconocen en igual dignidad y pueden asumir responsabilidades, sin que por ello se menoscabe, por ejemplo, el rol de los obispos. Personalmente creo que lo episcopal se fortalece en la medida que hay sinodalidad. Además, este enorme cambio es un espacio que deberíamos ofrecerlo a la sociedad. Si la sociedad pudiera ser de alguna manera también sinodal, seguro tendríamos una sociedad más inclusiva y más justa”.

Para explicar la necesidad del congreso, Sandoval acude a los contextos de los congresos anteriores en un momento determinante para la Iglesia en América Latina y el Caribe. «El primero fue en el centenario de Rerum Novarum, cuando en América Latina se volvía a la democracia. El segundo, cuando se preparaba la conferencia episcopal de Aparecida, y que de alguna manera influyó mucho en ella, siendo un precedente del pontificado de Francisco. Y luego, ahora, este tercer congreso en tiempo de cambios en la Iglesia y que asume el tema de la sinodalidad».

Asamblea Eclesial y Congreso

─ ¿Considerando que hace poco más de un año, se realizó la Asamblea Eclesial Latinoamericana, no es un poco repetir el plato del menú, con casi los mismos temas?

─ De ninguna manera. La Asamblea Eclesial abordó una variedad de temas pero no necesariamente el pensamiento social de la Iglesia, que es la particularidad de este encuentro. Es más. Este congreso es respuesta a la misma Asamblea Eclesial que planteó la necesidad de profundizar en el pensamiento social de la Iglesia y llevarlo a todos los espacios de nuestro quehacer pastoral, especialmente, retomar con mayor fuerza el trabajo social de la Iglesia desde una perspectiva de los principios. Y de la realidad, que hoy es muy distinta, y es necesario discernir a la luz del Evangelio.

─ En este mundo de hoy donde todo lo dogmático es rechazado porque impide la presencia de todas las verdades ¿no es contraproducente hablar de «doctrina social» de la Iglesia?

─ Yo prefiero llamarle pensamiento social de la Iglesia porque es más amable con la sociedad de hoy y para decir aquí tenemos un aporte que hacer. No vivimos en tiempos de cristiandad sino en tiempos de una sociedad más plural en la que tenemos el legítimo derecho de aportar, como cristianos, nuestros puntos de vista sin soberbia, como actores de la sociedad.

Sin encapsulamiento ideológico

─ Históricamente la doctrina social de la Iglesia se vinculó ideológicamente a la tercera vía, concretamente a la Democracia Cristiana, lo que ocurrió en Chile, Uruguay, Perú, y en varios países latinoamericano. Por ello, ¿esta revitalización del pensamiento social de la iglesia no implica reimpulsar el “centro político” ante las coyunturas y crisis de hoy?

─ El pensamiento social de la Iglesia puede ser tomado por diversas corrientes políticas pero ninguna de ellas representa completamente a la Iglesia, la que ofrece una mirada que trata de discernir la realidad desde los criterios de Jesús planteados en el Evangelio.

«Recordemos que el cardenal Pacelli, fue consultado desde Chile cuando era secretario de Estado en el Vaticano, antes de ser elegido papa, y que tomó por nombre Pío XII, acerca de la obligatoriedad como católicos en ese tiempo de militar únicamente en el Partido Conservador. También eran tiempos en que surgían estos movimientos demócratas cristianos. Y se le preguntaba al Secretario de Estado si esa era la única forma en que un católico debía actuar en política. El entonces futuro Papa Pío XII dijo simplemente que no. Es decir, cada católico puede escoger libremente su opción política, y hoy día podríamos extenderla a su opción económica. Pero ser voceros en la vida política del pensamiento social de la Iglesia, por ningún motivo, la Iglesia ofrece criterios para mirar la realidad a la luz de los principios evangélicos de solidaridad, participación, justicia social, del destino universal de los bienes, y por cierto, del respeto a la dignidad de la persona humana.

Un detonante

─ Entonces, en términos de incidencia ¿qué se busca con este congreso?

─ Nos gustaría que esta reflexión versara sobre los problemas que vienen desde las raíces de nuestra sociedad latinoamericana. No queremos un congreso que sea un evento. Queremos que sea un detonante de un proceso de reflexión permanente sobre cómo debemos ir dando respuesta a la sociedad en cada lugar, conforme a las realidades y a las situaciones que se van viviendo.

─ ¿Y por qué deberían asistir a este congreso los adultos jóvenes? ¿Qué les diría para que participaran?

─ Deben hacerlo porque ellos, por el simple hecho de ser jóvenes, tienen una mirada novedosa que permite asumir con generosidad los desafíos de hoy y son generosos para compartirla con otros en la construcción de una sociedad mejor. Los jóvenes tienen por naturaleza, una fuerza creativa y un ímpetu para expresar sus puntos de vista que es muy valioso para generar cambios. Eso queremos rescatarlo en este Congreso.

Fuente: religiondigital.org

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