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‘La cultura del cuidado’, fue el tema de reflexión y formación que ocupó la agenda de los más de 100 participantes al Encuentro Nacional de Animadores de Pastoral Vocacional 2024, evento convocado por el Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), en coordinación del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).

La Iglesia católica sigue haciendo la apuesta para garantizar que el proceso de discernimiento vocacional de los jóvenes que toman la opción para entrar al seminario sea maduro, transparente y esté transversalizado por la prevención de abusos y violencias, al interior de la Iglesia.

Al encuentro, realizado del 26 al 29 de febrero en la sede de la CEC, asistieron delegados de 42 jurisdicciones eclesiásticas y 45 comunidades religiosas masculinas y femeninas presentes en las diversas regiones del país.

Compromiso con la transparencia y responsabilidad

De acuerdo a un registro de prensa ofrecido por los organizadores del evento, el desarrollo temático se soportó asumiendo las ‘Líneas guía’ y las ‘líneas operativas’ para la cultura del cuidado, documentos emitidos desde 2023 por la CEC y que plantean orientaciones prácticas con enfoque preventivo y de atención a implementar en diferentes dimensiones y ambientes eclesiales.

Para monseñor Guillermo Orozco Montoya, obispo de la diócesis de Girardota y miembro de la Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados, presente en el encuentro, el tema elegido para este año va en consonancia con el compromiso asumido por la Iglesia católica frente a la prevención de situaciones de riesgo para niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables; y es la continuación de un proceso pedagógico que el Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada inició en el año 2023.

Fundamental el rol del orientador vocacional

Al referirse al papel que deben cumplir los formadores de la pastoral vocacional dijo que ellos tienen una responsabilidad grande en cuanto a que están en contacto con los que van a ser los aspirantes al seminario o a las instituciones religiosas. “Hoy están entrando muchos menores de edad que terminan sus estudios temprano y lógicamente deben estar preparados los animadores para conocer, sobre todo, los factores de riesgo que se presentan y que tenemos que abordar”.

Agregó además que, es fundamental que a quienes se les delegue la pastoral vocacional en las diversas instituciones, sean personas idóneas para manejar este tema “que sepan prepararse para abordar con los jóvenes la opción vocacional, teniendo en cuenta que no es simplemente hablarles de la cultura del cuidado en la vocación, sino también ser cuidadosos en el trato, con un manejo correcto de las relaciones”.

Por su parte la doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, fue la encargada de presentar las líneas guía y las líneas operativas emitidas para este propósito por el episcopado colombiano y expuso algunos aspectos claves en materia constitucional frente a mecanismos como los derechos de petición y las acciones de tutela que se pueden presentar en estos casos.

Finalmente, la abogada animó a los delegados de la pastoral vocacional, para que trabajen en la elaboración de un decálogo, de tal forma que les permita asumir un compromiso y seguimiento a los postulantes frente a la tarea de la cultura del cuidado.

“Hemos hecho una invitación a los animadores de esta pastoral para que elaboren un decálogo que tenga presente los compromisos, es decir, la memoria de la voluntad, de una voluntad agradecida, de una voluntad que expresa el querer crecer ¿En qué aspectos? ¿A qué me comprometo personalmente? ¿A qué me comprometo como Iglesia? ¿A qué me comprometo a su vez en el ámbito de mi comunidad? Queremos poder presentarle a la Conferencia Episcopal este decálogo, que es una invitación a que estemos actualizando constantemente en nuestra llamada, nuestra vocación como animadores pastorales”, puntualizó la doctora Hoyos.

El encuentro concluyó con el compromiso de que lo aprendido en este espacio, sirva luego para definir los criterios particulares que asumirán las casas de formación, para hacer de la animación vocacional en Colombia una acción pastoral segura para niños, niñas, jóvenes y adolescentes.

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