ADN Celam

De cómo ha colapsado la frontera colombo-panameña: Más de 2000 personas a diario y las estaciones migratorias “no dan abasto”

Colapso en la frontera colombo-panameña. Así describe la situación Jorge Ayala,  integrante de la red Clamor y de Pastoral de Movilidad Humana de Panamá, en la región de la selva del Darién, al sur del país, toda vez que miles de migrantes atraviesan esta peligrosa zona en pos del “sueño americano”.

El laico cuenta que la Iglesia en esa región a través de la Red Clamor “ahora que está constituida” tienen planeado a través del Vicariato de Darién “poder entrar a las estaciones de recepción migratoria”, lugares de acogida temporal donde las personas permanecen cuando mucho 48 horas.

Por ahora como Red Clamor “estamos estudiando la posibilidad” a espera de recursos humanos y financieros para poder tener personal que entre a estas estaciones migratorias y “canalizar las donaciones que se envían desde Panamá”.

Colapso inevitable

Ayala explica que el Gobierno cuenta con dos estaciones de recepción migratoria con “una capacidad aproximada de 750 migrantes entre las dos estaciones”, por ende, con el aumento del número de migrantes ya no dan abasto en la atención.

“La dinámica este año, entre enero a julio, recibíamos de 500 a 600 personas mensualmente, pero en agosto se disparó y acá estamos recibiendo entre 1500 y 2000 personas aproximadamente por día”, explica Ayala a ADN Celam.

Por supuesto, “lo que ha hecho es que ha colapsado todas las capacidades de recepción que tienen las estaciones migratorias y las capacidades que ofrecen las autoridades junto con todas las organizaciones internacionales y nacionales que están allí presentes tratando de brindar asistencia humanitaria básica”.

Además este alto flujo de “personas en tránsito” ha entorpecido la labor de las autoridades gubernamentales en el registro biométrico.

Migrantes vulnerables

Para Ayala el perfil de muchos de los migrantes que en estos momentos se encuentra atravesando el Darién ha cambiado muchísimo. Se trata de personas en alta vulnerabilidad que transitan sin dinero.

Entonces se quedan varadas en las estaciones de protección migratoria, en dónde normalmente las personas solo pasan algunas horas y los que no tienen recursos, pero tienen quién se los puede enviar  se quedan algunos días haciendo trabajo comunitario en el campamento”, acotó.

Incluso, “ellos pueden esperar a que le den un cupo en los buses, le dan dos cupos en cada bus y salen entre 20 y 40 buses al día para que pueda entonces llegar gratuitamente hasta la frontera con Costa Rica”.

El asunto más preocupante “es la cantidad de personas; no se da abasto y están saliendo de las estaciones y después de registro biométrico y están caminando hacia la ciudad capital”, por lo que “estamos teniendo en la  Ciudad de Panamá presencia de familias enteras en situación de vulnerabilidad, tratando de llegar hasta la frontera con Costa Rica”.

Vuelos humanitarios ya

Tras el anuncio de EEUU con relación a la nueva legislación para recibir a los venezolanos, “estamos teniendo personas que se  están regresando a Panamá desde Nicaragua y desde Costa Rica para tratar de gestionar acá alguna condición alguna categoría migratoria”.

Ayala ha señalado que esta gestión puede resultar muy difícil en este momento, porque “no existe una categoría que se que se aplique a su condición y algunos otros también están solicitando el retorno voluntario, cosa que también es difícil por la falta de recursos”.

Hace un llamado a las autoridades panameñas y el gobierno de Venezuela para que “organicen vuelos humanitarios”, puesto que “más tiempo permanezcan en Panamá, más riesgo corren por estar en situación de calle dado que en la ciudad no existen albergues para ser recibidos”.

“Que todas las partes se reúnan para encontrar soluciones, especialmente vuelos humanitarios, tal como se dio durante la pandemia”, ha dicho.

 

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