Laicos, religiosas, consagrados, sacerdotes y obispos se reúnen en la Casa Dom Luciano, en Brasilia, para la Asamblea del Cono Sur de la Fase Continental del Sínodo sobre la Sinodalidad. En este evento, que forma parte del proceso que se desarrolla desde 2021, cada grupo ha dado su contribución desde su realidad y celebra el momento de la experiencia sinodal.
Contar con la contribución de los jóvenes
Es el caso de la joven Leticia Barbúdez, de Paraguay. Tiene 26 años y es la participante más joven del evento. En su país, forma parte del equipo nacional de jóvenes y coordina la pastoral juvenil en su diócesis. Para ella, la asamblea es una experiencia muy bonita y especial.
«Espero que la Iglesia pueda contar también con nuestra contribución, a partir de nuestras realidades y también seguir sintiendo este gran Espíritu Santo que guía todo este momento. Los jóvenes también están presentes en este proceso tan importante, dejando también su huella en la historia», compartió.
El Espíritu habla
Mariana Anabel García, religiosa de la delegación argentina, dijo sentir una gran alegría al participar de la asamblea, que consideró un momento muy enriquecedor, «escuchar las observaciones y las diferentes visiones de las distintas regiones del Cono Sur”. «Estoy segura de que el Espíritu habla, sigue hablando y se manifiesta con fuerza en cada uno de los testimonios y experiencias que compartimos«, comentó.
Acoger la realidad de las periferias
La asamblea continental es también un espacio para acoger las llamadas periferias, como la realidad de los pueblos indígenas. Hosana Castro de Oliveira, de la etnia Puruborá, de Rondonia, participa de la asamblea y destaca el llamado del papa Francisco para que la Iglesia mire a los pobres, en los que se incluyen indígenas y negros. «Me siento muy orgullosa, muy honrada de ser mujer y de participar en este grupo. Necesito aprender mucho más de ustedes y también hacer mis aportes», dijo.
Experimentar el espíritu sinodal
Entre los casi 30 obispos que participan en el evento se encuentra monseñor Ángel Macín, obispo de la diócesis de Reconquista, en Argentina, y coordinador de la Red Eclesial del Gran Chaco y el Acuífero Guaraní. Para él, la asamblea permite experimentar el espíritu sinodal.
«Nos sentimos hermanos -sacerdotes, religiosos, obispos, laicos- todos buscando y tratando de caminar de una manera diferente, en una Iglesia en la que podemos descubrir juntos lo que nuestro tiempo nos pide para testimoniar la presencia de Jesucristo. El ambiente, el clima aquí es muy hermoso, muy especial. Os pido que sigáis acompañándonos con la oración», motivó.
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Más de 180 representantes de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile están reunidos en esta asamblea continental, que se extenderá hasta el próximo viernes 10 de marzo.
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