ADN Celam

6 de septiembre de 2018. Comienza el calvario de los campesinos en El Seibo, una provincia al este de República Dominicana, en el paraje la Culebra de Vicentillo. Los afectados han venido sufriendo los rigores del desalojo arbitrario de sus tierras y sus casas.

Pedro Guillermo Varona, terrateniente de origen cubano, en complicidad con el abogado del Estado de la región Este, José Antonio Polanco, y el apoyo de los ganaderos y las autoridades políticas de la provincia de Hato Mayor, lidera estas hostilidades. Así narra, Miguel Ángel Gullón, sacerdote dominico y director de radio Seibo.

El 25 de marzo de 2019, los campesinos vivieron uno de sus peores capítulos, Varona “entregó su arma a su trabajador para asesinar a un niño de 12 años llamado Carlitos Rojas Peguero”. Desde entonces “varias personas han sufrido encarcelamientos por muchos meses y aún sufren persecuciones y torturas” y siete meses después fueron desalojados.

Así iniciaron a peregrinar –con la cruz de la violencia y el miedo a cuestas – desde El Seibo “hacia el Palacio Nacional, en Santo Domingo, la capital, entre 2019 y 2022, en reclamo a su derecho a la tierra que aún no ha sido concedido y están pasando mucha necesidad y maltratos”.

Crónica de un calvario

Cuenta Gullón que “Antoliano Peralta, actual consultor ejecutivo del gobierno dominicano, visitó a los campesinos de la Asociación ‘Mamá Tingó’, en marzo de 2020, dos meses antes de las elecciones, y les dijo: «Si me nombran Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo en septiembre ustedes tendrán sus títulos de tierra»”.

De este modo, al cobijo de esta promesa del entonces candidato “todos los campesinos votaron por el Partido Revolucionario Moderno que en mayo ganó la contienda electoral. Fue en diciembre de 2021 cuando, después de muchas peticiones de cita, el Consultor Jurídico recibió a la directiva de la Asociación en el Palacio de Gobierno. Prometió que el conflicto estaría resuelto en febrero de 2021.

Nada ocurrió. Después de ahí se dieron muchas reuniones en el Instituto Agrario Dominicano que “hasta hace unos días fueron sólo para ‘marear’ a los campesinos”. Por eso, se salió de nuevo a inicios de abril de 2023 a caminar durante 5 días hasta el Palacio sin respuesta alguna.

Los campesinos subieron a su tierra el domingo 23 de abril de 2023, esperanzados que pronto el Gobierno les entregaría su título que está amparado en el Decreto 486 del 8 de marzo de 1975 y en el asentamiento del Instituto Agrario Dominicano en 2016.

Pero el viernes, 28 de abril ocurrió lo inevitable ante el descuido de las autoridades. Abel Sosa, otro de los terratenientes asociados con Varona, “reclutó un camión lleno de tigres (delincuentes) para masacrar a los campesinos”, pero gracias a la intervención de monseñor Jesús Castro, Obispo de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, que llamó al Jefe de la Policía se evitó un baño de sangre.

Sus clamores escuchados

Luego de estos lamentables incidentes, Antoliano Peralta prometió en el Palacio de la Policía de El Seibo que “en el plazo de 10 días se resolvería el problema de los Peregrinos pidiendo a la vez que éstos bajen de la tierra y que el 1 de mayo se le diera la respuesta por teléfono”.

Los Peregrinos celebraron una asamblea el 30 de abril y decidieron permanecer en su tierra de manera pacífica, estando abiertos al diálogo y que el Gobierno garantice su seguridad y pidieron respuesta por escrito.

El milagro operó, puesto que el 2 de mayo Miriam Germán Brito, procuradora general de la República, los recibió en su despacho junto a un equipo de procuradores en diversas áreas recibió. Escuchó atentamente “todas las violaciones a la dignidad por parte de Pedro Varona y Abel Sosa a los Peregrinos de El Seibo”.

“Procedería de inmediato con las investigaciones no solo de los imputados, sino de todo su entorno, así dijo”. Al menos, la muerte de Carlitos no sería en vano, había una promesa de justicia. También de los apresamientos ilegales, las torturas y las amenazas a las que fueron sometidos con la complicidad de funcionarios.

Dijo que va a proceder de inmediato a investigar no sólo a estos individuos sino también a más personas de su entorno que les apoyan y que, por tanto, son cómplices del asesinato de Carlitos, de los apresamientos, de las torturas y las amenazas de estos días.

Este domingo 7 de mayo visitarán a los campesinos en la tierra, un grupo de colectivos nacionales como la Articulación Nacional Campesina, la Coordinadora Popular Nacional, para apoyar “esta lucha por la dignidad, por la tierra. Ya habían apoyado durante las caminatas al Palacio Nacional y más en este momento que es vital en la lucha”.

Por ahora, el Gobierno dominicano tiene un compromiso con los campesinos que “siguen creyendo en sus promesas pacientemente” en las siguientes peticiones:

1.Que se abra una investigación al Poder Judicial y Policial de El Seybo y Hato Mayor.
2.Que se investigue a Pedro Varona y Abel Sosa por crímenes de lesa humanidad.
3.Que se aclaren las circunstancias de los 4 asesinatos durante este proceso.
4.Que se haga una investigación a fondo del Abogado del Estado.
5.Que sean indemnizados los productores/as que les fueron destrozadas sus cosechas, animales, viviendas y los daños morales y emocionales.
6.Que sean reinstalados en sus tierras originarias para resolver el problema social que se ha generado.

Por la tierra prometida

En caso de que sus demandas no sean cumplidas continuarán en “resistencia pacífica, como siempre se ha hecho. Pero en la tierra, en la misma tierra que les vio nacer por generaciones, de la que fueron salvajemente desalojados”.

Es una cuestión cíclica, los gobiernos de turno han prometido estas tierras, pero luego se retractan amparándose del principio de la propiedad privada, cuando en verdad siempre han sido tierras que pertenecen a sus dueños históricamente legítimos: los campesinos.

Una tierra que les fue “cruelmente arrebatada desde 2018, seguido por muchas torturas, apresamientos, persecuciones, heridos por armas de fuego”. Las iglesias han estado allí presentes desde “un precioso ecumenismo”.

Sienten que están en un momento diferente, “se respira otro aire. Éste es el mejor momento pues son muchas las instituciones que apoyan esta lucha campesina exigiendo el derecho a la tierra”, explica Gullón.

“Queda, pues, la esperanza de que se cumpla la voluntad de Dios en esta tierra para que mane leche y miel como sucedía hasta antes de los cruentos desalojos. A partir de ahora el diálogo entre el Gobierno y la Directiva de la Asociación debe seguir fortaleciéndose llegando así a cristalizar el sueño de tantos campesinos que sólo quieren trabajar la tierra y por ella luchan, porque ese es su derecho”, finalizó.

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