ADN Celam

María Fátima Vieira, la monja hija de inmigrantes portugueses que representa a Venezuela en el Sínodo 2021-2024

“Llegue a ser madre sinodal por la gracia de Dios”. Así lanza a bocajarro María Fátima Vieira, religiosa de las Hermanas siervas del Santísimo Sacramento y nacida en Caracas (Venezuela) un 7 de septiembre de 1964 en el barrio “Los Sin Techo”. Hija de inmigrantes portugueses: Antonio Vieira y María Diniz.

“Mis padres llegaron en tiempo de la postguerra que dejó a Europa devastada y han sentido a Venezuela como su país”, relata a ADN Celam. La hermana Vieira es una de las participantes del Sínodo 2021-2024, trabaja en la recién creada diócesis de Petare, municipio Sucre del estado de Miranda.

Un deseo de ser religiosa, un llamado de Dios, que se cristalizó con sus votos perpetuos el 19 de marzo de 1991. Se describe como una persona de “fácil trato con los demás, espontánea, alegre, también como una persona que busca mucho la voluntad de Dios, que lo que haga sea de acuerdo a lo que él quiere para mí y para los demás. Así me describo”.

Dócil al Espíritu

Ser madre sinodal ha sido algo que “desborda mi imaginación”, puesto que “nunca pensé que pudiera estar o ser nombrada para participar en un Sínodo. Siento una gran gratitud a Dios por la oportunidad”.

Considera también que es “una gran responsabilidad y con humildad intuir lo que Dios quiere para la Iglesia, para nuestro pueblo de América Latina, Venezuela y para el mundo entero”, por eso solo quiere en este encuentro mundial “ser dócil a las aspiraciones del Espíritu Santo”.

El Sínodo la ilusiona, porque “es un camino que estamos haciendo entre todos y que la meta no es sacar un documento. Yo espero lo que Dios quiera, porque Dios siempre sobrepasa nuestras expectativas, cuando vamos con expectativas podemos limitar lo que Dios quiere hacer”.

No perder la esperanza

En Petare trabaja con monseñor Juan Carlos Bravo. Allí integra el equipo animador y “a la luz de la Palabra nos organizamos”. Cuenta que es una labor realizada bajo el discernimiento “estudiamos la Biblia y a partir de allí ir incluyendo lo que Dios nos va dictando para trabajar” en esta recién creada jurisdicción, que se desprendió de la arquidiócesis de Caracas.

Más que un equipo pastoral, “somos una comunidad orante, porque todo parte del Evangelio”. Así definen líneas pastorales, catequéticas, sociales, en fin, en todos los ámbitos de la vida eclesial.

Por supuesto, la crisis venezolana no pasa bajo la mesa, entre la complejidad del tema, la hermana Fátima cree que “los venezolanos hemos pasado por varias etapas, creo que en este momento lo que yo siento es que tenemos que trabajar con lo que esté a nuestro alcance”.

Con todo y dificultades, pero “hay que hacer lo que esté a nuestro alcance, porque Dios, cada uno dando un grano de arena, sobreabunda de gracia”. Sobre todo ha invitado a “no perder la esperanza ni la ilusión”, en especial, por los niños, jóvenes y ancianos, quienes más sufren las secuelas de todo lo ocurrido. Venezuela se levantará, mientras tanto “nosotros como Iglesia debemos seguir aportando a la esperanza para acompañar a los más desamparados”.

Le puede interesar: Mons. Braida: “Cuantos más aportan sus talentos, mejor se lleva adelante la misión”


Recibe gratis por WhatsApp y Telegram las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3HcXLDU

Sigue toda la información sobre la «Fase continental» del Sínodo aquí https://bit.ly/3RguCLO

Descarga la investigación “Nuevos escenarios y subjetividades juveniles en América Latina”
https://bit.ly/45qB6yS

Descarga el Documento de reflexiones de la Asamblea Eclesial https://bit.ly/3QXoffM

Post a comment