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La Iglesia brasileña celebra esta semana, de 1 a 8 de octubre, la Semana Nacional de la Vida 2022 y el Día del Niño por Nacer. Un tiempo con el que se busca reforzar la necesidad de defender la vida desde su concepción hasta su fin natural. En 2022 el tema es «El servicio a la vida: un camino de fecundidad».

Defender la vida

A través de la oración, la escucha de la Palabra y la reflexión sobre el valor inviolable de la vida humana, especialmente la más vulnerable, la Iglesia brasileña quiere llevar a los católicos del país a comprende el llamado que se hace a cada persona a agradecer el don de la vida y a estar en defensa de ella.

Para ello se han elaborado 8 encuentros en los que se presenta el respeto por la vida humana, la adopción, los derechos de los niños discapacitados, el ser cooperadores del amor de Dios, estar como Iglesia al lado de la vida, educar en los valores esenciales de la vida, el servicio a la vida y ofensa a Dios con toda violación de la dignidad humana. Junto con ello, también se invita a llevar a cabo movilizaciones en defensa de la vida.

Material para motivar la participación

Con relación al material elaborado para la Semana Nacional de la Vida, Mons. Ricardo Hoepers, presidente de la Comisión Episcopal para la Vida y la Familia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), señaló que «es una especie de motivación para participar en el momento de reflexión sobre la vida, en comunión con toda la Iglesia en Brasil. Se puede distribuir a las familias en los semáforos, al final de las misas y en las reuniones de otros ministerios y movimientos pastorales en las parroquias y comunidades».

La abertura, llevada a cabo el pasado sábado, gravada previamente en la sede de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar, en Brasilia, y exhibida a través de las redes sociales, contó con la presencia del Nuncio Apostólico en Brasil, Mons. Giambatistta Diquattro. En sus palabras afirmó que “el pueblo en marcha, guiado por Moisés, era formado sobre todo por familias”, un pueblo que “recuerda a la Iglesia que camina en el desierto del mundo actual”.

Familia lugar de humanidad

El representante pontificio en Brasil llamó a “pensar en nuestras familias, en camino por los caminos de la vida en nuestro tiempo actual”, destacando “la carga, la fuerza de humanidad presente en una familia”, relatando diferentes situaciones que enriquecen la vida de las familias y en ellas de la sociedad. A partir del cansancio del camino presente en el Pueblo de Israel, reflexionó sobre los motivos que llevan a no soportar el camino en la vida matrimonial, y sobre los antídotos que Dios, movido por su misericordia, ofrece para superar esas dificultades.

“El amor de Cristo puede restituir a los esposos la alegría, la vida”, afirmó el Nuncio en Brasil, para quien “el matrimonio es símbolo de la vida real, no es una ficción, es sacramento del Amor de Cristo y de la Iglesia, un Amor que tiene en la Cruz su confirmación, su garantía, su vida”.

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Según el asesor de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Vida y de la Familia de la CNBB y secretario ejecutivo de la CNPF, el padre Crispim Guimarães dos Santos, la apertura nacional sigue una práctica que ocurre desde 2020, cuando, a causa de la pandemia, la Comisión Nacional buscó de alguna manera mantener los grupos de todo el país animados para la celebración en las comunidades, parroquias y diócesis.

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