«La Secretaría del Sínodo está mirando la experiencia y la práctica sinodal que ya tenemos en América Latina, para aprovechar esa práctica en la realización de esta Asamblea Sinodal que es un poco más compleja que las otras asambleas sinodales, justamente por la impostura que ha dado el Papa Francisco» afirmó el cardenal Odilo Scherer, arzobispo de São Paulo y primer vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (Celam), en la 3ª conferencia de prensa de la 60ª Asamblea General de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, que se realiza en Aparecida (SP) del 19 al 28 de abril de 2023.
Consulta a todo el Pueblo de Dios
El cardenal Scherer insistió en que «si antes se consultaba a los episcopados, a las Conferencias Episcopales, para la preparación de las asambleas, para la preparación del texto de trabajo, ahora el Papa quiere que se consulte a todo el Pueblo de Dios, que la consulta llegue a las bases, a las comunidades, a las parroquias, a las organizaciones eclesiales y también a los que no frecuentan la Iglesia, pero se identifican de alguna manera con la fe católica y con el camino de la Iglesia católica».
El vicepresidente primero del Celam habló de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe que organizó el Celam y en la que participó, a la que definió como «una gran experiencia sinodal, porque ya ha utilizado este método sinodal que el Papa está proponiendo para toda la Iglesia, la escucha del Pueblo de Dios«, realizándose en todos los países de América Latina y el Caribe este trabajo de escucha, interacción, síntesis a varios niveles hasta llegar a la Asamblea Eclesial.
Una asamblea no sólo para obispos y sacerdotes
El purpurado destacó que esta Asamblea Eclesial «no fue sólo de obispos y sacerdotes, la mayoría de los participantes de la Asamblea fueron laicos y laicas«, y tuvo la particularidad de que ocurrió durante la pandemia, con la mayoría de los participantes on-line. Según el cardenal Scherer, fue «una metodología que funcionó, hubo discusiones en las plenarias, reuniones de grupo, celebraciones, sin estar en persona», definiendo la experiencia como «una cosa fantástica». Dijo que tuvo la percepción de que «la Iglesia, esté en un lugar o en otro, es la misma Iglesia, que es lo que el Papa intenta hacernos ver, somos una Iglesia, una Iglesia que debe caminar unida, no dividida, dispersa, sino tener la percepción de que es una Iglesia unida, con sus muchas facetas y diversidades, de culturas locales, situaciones locales, problemas locales, pero es una Iglesia, en torno a la misma fe, al mismo Cristo, al mismo Evangelio y a la misma misión».
Esto no es algo nuevo en la Iglesia del continente, señaló el arzobispo de São Paulo, recordando que, en la Conferencia de Puebla, en 1979, el tema fue «Iglesia Comunión y Participación«, y desde entonces esta preocupación ha estado presente en todo el continente, insistió. En este sentido, el vicepresidente del Celam recordó que «en las visitas a la Secretaría del Sínodo hemos escuchado claramente que el Sínodo está mirando a América Latina, queriendo aprender de América Latina cómo llevar adelante esta propuesta sinodal del Papa Francisco».
Un espacio de escucha filial del Espíritu Santo
Las palabras del cardenal Scherer se produjeron en una jornada en la que los obispos reflexionaron sobre las Orientaciones para la Acción Evangelizadora que se están elaborando de cara a su aprobación en 2025, insistiendo en la importancia de la escucha. Al mismo tiempo, se presentó el camino de la Iglesia de Brasil en el proceso sinodal, tema presente en la rueda de prensa, donde Mons. Ricardo Hoepers afirmó que es «un momento propicio, el Santo Padre quiere mostrar al mundo la importancia de esta unidad eclesial». El obispo de Rio Grande ve el proceso sinodal como un espacio de escucha filial del Espíritu Santo, no es un parlamento ni un lugar de reivindicación”. Esta experiencia sinodal de escucha “ha traído riquezas a nuestras diócesis, para dar mayor luz y un camino en plena unidad», insistió el obispo.
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La Iglesia en Brasil se prepara para el Jubileo Ordinario de 2025, que tiene como lema «Peregrinos de la esperanza». Fueron presentadas las diversas comisiones creadas y la llamada del Vaticano para enfatizar el lema y el logotipo del Jubileo. 2023 se preparará con la retomada de las 4 constituciones del Vaticano II con los «Cuadernos Conciliares», y 2024, año de la oración con escuelas de oración y la publicación de notas para la oración.
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