Según ha dado a conocer la Archidiócesis de Vitória, en el estado brasileño de Espírito Santo, ha fallecido este 23 de agosto, a los 80 años de edad, su arzobispo emérito, Mons. Luiz Mancilha Vilela. El prelado, que era diabético, estaba hospitalizado desde el 9 de julio para ser tratado de complicaciones hepáticas, y su estado empeoró el pasado domingo 21 de agosto.
Ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1968
Nacido en Pouso Alto, en el estado de Minas Gerais, tras su formación en Filosofía y Teología, fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1968 en la ciudad de Belo Horizonte por el cardenal Serafim Fernandes de Araújo. Como religioso de los Sagrados Corazones trabajó en la Pastoral Vocacional de su congregación, siendo también Consejero Provincial y superior del Seminario de los Sagrados Corazones en Pindamonhangaba, y Superior Provincial.
Fue nombrado obispo de la diócesis de Cachoeiro do Itapemerim por Papa Juan Pablo II el 3 de diciembre de 1985, teniendo lugar su ordenación episcopal el 22 de febrero de 1986 por el cardenal Serafim Fernandes de Araújo. Su lema episcopal era «Como un pastor que pastorea». (Is. 40, 11).
El 3 de diciembre de 2002, fue nombrado arzobispo de Vitoria por el Papa Juan Pablo II, cargo que asumió el 23 de febrero de 2003. En su misión episcopal destacó por el impulso de los medios de comunicación eclesiales, así como en crear vínculos con los diferentes vehículos de prensa. El 7 de noviembre de 2018 el Papa le aceptó su renuncia como arzobispo de Vitoria.
Condolencias de la presidencia del episcopado
La presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), ha enviado una nota de condolencia, en la que dice haber “recibido con dolor la noticia del fallecimiento de Monseñor Luiz Mancilha Vilela, obispo emérito de la Arquidiócesis de Vitória (ES), ocurrido en la tarde del martes 23 de agosto”.
Unidos al actual arzobispo, su familia y su congregación, la presidencia de la CNBB muestra su “agradecimiento a Dios por la inmensa riqueza de dones ofrecidos a la Iglesia a través de la vida y el testimonio de Mons. Luiz Mancilha”. También agradecen su trabajo en las Iglesias particulares a las que sirvió y su aportación a la Iglesia de Brasil en la dimensión misionera y su participación en el Consejo Pastoral Episcopal de la CNBB.
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El mensaje cita unas palabras de Mons. Mancilha sobre los obispos eméritos: «A nuestra edad creo que la Iglesia sabe lo que hace. Es bueno pasar a una persona más joven y más dinámica que nosotros las responsabilidades de la archidiócesis. No dejamos de ser obispos. Lo que dejamos es de gobernar la archidiócesis. Pero seguimos activos, celebrando, ayudando al nuevo arzobispo en la Confirmación y en todo lo que pide”.
Con informaciones de la CNBB.
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