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“La misión es iniciativa de Jesús. Creamos en Él”: Mons. Jorge Lozano a Catequistas

La vocación de los catequistas y su misión en un mundo trastocado por los efectos de la pandemia es el tema que aborda Monseñor Jorge Lozano en su reflexión semanal.

En la memoria de Pío X, el Papa que entre 1903 y 1914 dedicó su ministerio como Pontífice a la actividad catequética, el secretario general del Celam destaca los aportes de los catequistas a la tarea de la Iglesia y los desafíos que la realidad plantea a su labor de acercar a sus compañeros de ruta al encuentro con Jesús en la comunidad cristiana.

En un mundo necesitado de verdaderas causas para no detener la marcha, Monseñor Jorge Lozano recuerda que la tarea de los catequistas no es una iniciativa privada, sino una misión que se confía con otros hermanos y hermanas.

Persistencia y oración

Tras la dolorosa experiencia de la pandemia no se pueden desconocer los efectos que esta ha tenido en la tarea de los catequistas, de hecho en muchas comunidades se ha presentado una notable disminución en el número de catequistas y los que permanecen vienen asumiendo retos cada vez más complejos al multiplicarse las tareas.

Si embargo, el arzobispo de San Juan de Cuyo anima a los catequistas a superar cualquier asomo de cansancio, la invitación es a la confianza en Dios a través de la oración tanto en las Eucaristías como en otros espacios, para que se genere un aumento en las vocaciones a la catequesis.

“No nos dejemos vencer por el desaliento o la ansiedad. Jesús nos advirtió de la desproporción de la misión a la cual nos envía: “la cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos” (Lc 10, 2). Pero continúa dándonos una indicación “rueguen al dueño que envíe trabajadores para su cosecha”.

En este sentido el prelado recuerda que es importante volver a lo esencial. Preguntándose siempre en la mejor forma para llegar, aun en medio de la fragilidad individual a poblaciones como los niños, jóvenes y adultos con el mensaje de Jesús.

Aún en medio de circunstancias difíciles para despertar en otros corazones el deseo de unirse a Cristo, no se puede caer en la resignación o el pesimismo agrio, se trata de nunca bajar los brazos. “El fuego de la pasión por anunciar a Jesús jamás se apaga en el corazón de quien es catequista de alma,” insiste.

Por eso exhorta a que en este 21 de agosto día en que conmemora al Patrono de la catequesis, encomendemos en nuestra oración personal a quienes desarrollan este servicio fundamental en las comunidades.

Nuevos lenguajes

Monseñor Lozano indica que ahora, que se sienten los efectos de la pandemia, pero también tenemos la oportunidad de recuperar la riqueza de la presencialidad no podemos ignorar que las cosas ya no son como antes ni lo volverán a ser, vivimos en una cultura de cambios constantes y acelerados.

Como seres humanos nos cuestan los cambios, nos causan inseguridad y ante ello los catequistas corren el peligro de aferrarse a recetas viejas y conocidas, por eso “estamos seguros de que el desafío más grande al que tenemos que responder es ser catequistas innovadores para que la catequesis no sea una isla en el continente de nuestros niños, jóvenes y adultos,” agrega.

Para ello, el prelado insiste en la importancia de aprender “nuevos lenguajes” porque ningún catequista puede dar por supuesto que aquellos le escuchan conocen el trasfondo de lo que se desea transmitir. “A veces llegamos con respuestas prefabricadas a personas que no se hicieron esas preguntas,” afirma.

Toda formación cristiana es ante todo la profundización del Kerygma” recuerda Monseñor Lozano y es necesario asumir el desafío de hacer que la catequesis sea kerigmática y misionera. Al respecto el prelado evoca al Papa Francisco en el numeral 165 de Evangelii Gaudium cuando dice que “No hay que pensar que en la catequesis el Kerygma es abandonado en pos de una formación supuestamente más sólida”. Por el contrario “nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más denso y sabio que ese anuncio”  esto se va haciendo realidad con el paso del tiempo, logrando iluminar la tarea de los catequistas y ayudando a comprender el sentido que tiene desarrollar cualquier tema en la catequesis.

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Docilidad y entrega

Así Monseñor Lozano habla de la necesidad de contar con catequistas dóciles al Espíritu y que le den primacía a la gracia, dispuestos a recorrer nuevos caminos; crear nuevos espacios; asumir los desafíos de los nuevos tiempos. La prioridad es tener claro que es el Espíritu es el que otorga un corazón y una mentalidad para hacer resplandecer siempre y con claridad el mensaje de Jesús y que ese mismo Espíritu haga crecer siempre en el corazón la pasión por la catequesis.




 


 

Comment(1)

  1. REPLY
    Marta Roesler says

    Como siempre excelente mensaje.
    Dios lo bendiga

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