Ha muerto este 20 de abril en Roma, a los 89 años, el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, nacido el 26 de enero de 1933 en Toluca.
Obispo desde 1979
Nombrado obispo auxiliar de la diócesis primada de México en 1979, fue arzobispo de Zacatecas de 1985 a 1997, y posteriormente presidente del Pontificio Consejo para los operadores sanitarios en la Curia Vaticana, siendo considerado una figura clave en el pontificado de San Juan Pablo II, que le nombró cardenal en 2003.
Su muerte se ha producido tras una caída en su habitación el pasado miércoles, siendo hospitalizado en la clínica San Pio XI, de donde volvió a su residencia al informar los médicos que no era posible hacer nada, dado su delicado estado de salud. Su cuerpo será trasladado a Zamora (México) donde será sepultado.
Amigo personal del Papa Francisco
El Papa Francisco, de quien era amigo personal, le había visitado el pasado Viernes Santo. Tras su fallecimiento ha enviado un telegrama en el que le recuerda como “este abnegado prelado que me honró con su amistad desde 1980, y que durante años y con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia Universal, ofrezco sufragios por el eterno descanso de su alma, para que el Señor Jesús le otorgue la corona de gloria que no se marchita. Y, como signo de esperanza cristiana en el Señor Resucitado, imparto a todos los presentes la bendición apostólica”.
Licenciado y doctorado en Teología Dogmática por la Universidad Gregoriana, entre 1954 y 1958, fue profesor de Teología Dogmática e Historia de la Filosofía, llegando a ser presidente de la Sociedad Teológica Mexicana y entre 1977 y 1979 y director del Instituto Teológico Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), donde de 1986 a 1991 fue Presidente del Departamento de Educación y, de 1995 a 1997, Presidente del Departamento de Economía, participando de la Conferencia de Puebla, donde tuvo un papel destacado.
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En la Curia Vaticana fue miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo con los No Creyentes (posteriormente Consejo Pontificio de la Cultura) y de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. También participó en varios Sínodos, siendo Secretario Especial del Sínodo sobre la Familia em 1980. Fue uno de los electores en el Cónclave de 2005, en el que fue elegido el Papa Benedicto XVI.
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